Colima, México (21 de marzo de 2014).- Enterrados, quemados, ahorcados, descabezados y hasta descuartizados han muerto miles de mexicanos en los últimos ocho años. Narcotraficantes, policías y hasta civiles inocentes han sido las víctimas en esta llamada “lucha contra el narco” que inició el gobierno panista de Felipe Calderón Hinojosa en 2006 y que mantiene la administración priista de Enrique Peña Nieto.
En los primeros 14 meses de la administración de mexiquense se contabilizan 23 mil 640 asesinatos, cuya mayor incidencia se centra en Guerrero, Estado de México, Chihuahua, Jalisco y Michoacán, informó este lunes el conteo del semanario Zeta. Mientras, el sexenio de Felipe Calderón dejó un saldo de 121 mil 683 muertes violentas, según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), sin embargo hay otras versiones no oficiales que cuentan más de 150 mil personas muertas en este contexto.
La forma en que han muerto ha sido diversa y atroz. La mayoría han sido asesinados sólo con disparo de arma de fuego, pero a muchos otros los han enterrado en ‘narcofosas’, les han cortado la cabeza, los han quemando. La forma en la que operan los cárteles de las drogas en México es grave e inhumana.
“NO BASTA CON MATAR”
Entre los maneras despiadadas de los grupos criminales al matar a sus víctimas hay descuartizados, decapitados, quemandos. Incluso estuvieron en internet estuvieron circulando vídeos donde supuestamente cárteles de la droga torturaban y asesinaban a supuestos “traidores”.
José Enrique Jiménez, el sicario del cártel de Juárez que quiso ser “marine”, participó en 200 crímenes; hoy, en prisión, dice que siente remordimientos. En una entrevista que le realizó el periódico Milenio con un hombre que llegó a administrar a una docena de matones en Juárez, dijo haber asesinado sin remordimiento, pero con pasión, “porque esa era su chamba y la chamba se hace con entrega”.
El periodista Ricardo Ravelo -de la revista ‘Proceso’-, quien lleva trabajando más de 18 años sobre temas de seguridad, narcotráfico y justicia, y publicó su libro ‘Narcomex. Historia e historias de una guerra’, de la editorial Debate; mencionó en una entrevista que le hizo el diario español ‘El Mundo’ en 2012 que “en día en México matar parece un deporte nacional (…) La violencia que ejercen los cárteles es cada vez más perniciosa. No basta con matar, hay que exhibir el horror y la saña”, apuntó.
Esto lo podemos ver en diferentes ejecuciones ocurridas a lo largo y ancho del país. Aunque algunas veces no se conoce la información, muchas otras los medios de comunicación y el internet han dado testimonio de la atrocidad con la que suelen operar el crimen organizado al asesinar a las personas
TERRORÍFICAS FORMAS DE MORIR
Algunas de las atroces formas de morir, o pasar una de las peores experiencias de vida, las provocan precisamente los grupos delicuenciales. A pesar de que la mayoría de las personas son ultimadas con disparos de arma de fuego, luego las bandas criminales exhiben los cuerpos alterados. A continuación veamos parte de la inhumana forma de operar de los malhechores.
‘Levantados’.- Ocurre cuando una persona va caminando por la calle, por ejemplo, llega un vehículo y es subido a la fuerza para llevárselo a otro lado. La víctima es privada de su libertad y su libre albedrío, y podría sufrir tortura, ser asesinada o simplemente no aparecer.
Colgados.- En ocasiones, luego de que los matones cometen su crimen, suelen colgar a sus víctimas. Lo han hecho en puentes, árboles -como en la Cristiada-, o en otros escenarios en donde se ve la saña.
Decapitados.- Todo un acto de horror es la decapitación de las víctimas de los cárteles de la droga. En los últimos años se han encontrado cientos de personas sin el miembro superior de su cuerpo. Se han dado decapitaciones en masa y sin distinguir sexo.
Mutilados ó descuartizados: Sin piernas, manos, brazo, o alguna extremidad, han aparecido cientos de mexicanos en calles y lugares rurales del país. A veces se les encuentra en bolsas, otras más a la vista de todos. También los han encontrado con mensajes de venganza de las bandas rivales.
Quemados.- Como posible señal de su tortura, a otras personas se les encendió fuego. Los actos violentos llegan hasta las llamas de negocios o locales sin importar si hay personas en su interior.
‘Encajuelados’.- Otra escena terrorífica es el encuentro de individuos asesinados -a veces descuartizados-, en la parte trasera de algún vehículo. Suele suceder que la víctima viene atada de pies y manos y con señales de tortura.
‘Encobijados‘.- De igual forma se han dado hallazgos en donde se encuentra a los ultimados envueltos en cobijas y atados de pies y manos.
‘Narcofosas’: A las víctimas también se les ha encontrado en fosas clandestinas, principalmente en zonas rurales, aunque también se han encontrad en el interior de viviendas, como ocurrió en Manzanillo. Muchas de las veces los cuerpos se encontraron en avanzado estado de descomposición, por lo que ha sido difícil identificarlas.