La Secretaría de Cultura se dio a la tarea de pintar bardas, bancas, intervenir espacios públicos y otras actividades como parte de su promoción cultural. Sin embargo, como en otras ocasiones también hemos documentado, estas bancas necesitan ser restauradas o bien pintadas con algún color, pues lejos de dar una buena imagen, lucen sucias, deterioradas y probablemente hasta inhiban al turista a sentarse para disfrutar lo que en algún tiempo fuera el Camino Real de Colima.