Millones de estadunidenses sufrían hoy fríos extremos en el centro y norte del país, donde los termómetros indicaban hasta -37ºC en algunas partes, mientras se esperaba que la ola glacial se desplazase nuevamente al noreste y Nueva York. El “vórtice polar”, que afectará a unos 140 millones de personas de 26 estados, ya ha provocado casi cuatro mil cancelaciones de vuelos y más de nueve mil retrasos, según el portal Flightaware, y ha dejado sin luz a cerca de cien mil personas, según el canal meteorológico The Weather Channel.
Este frente de frío, inédito en 20 años y acompañado de nieve y tormentas de hielo, ha dejado una decena de muertos en menos de una semana. Llegado desde el norte de Estados Unidos y Canadá, se extendió al centro-oeste e incluso amenaza regiones más al sur como Tenesí y Alabama. Esta ola de frío se debe a lo que los meteorólogos han descrito como un “vórtice polar”, un ciclón de aire extremadamente frío situado normalmente en el norte de Canadá, pero que estos días se ha desplazado hacia el sur y que llega acompañado de fuertes ráfagas de viento que pueden suponer un riesgo para la salud.
El vórtice se instaló este fin de semana en el norte del Medio Oeste estadunidense, donde ya se han registrado las mayores heladas de los últimos años y hay numerosas carreteras congeladas. Ahora el frente está avanzando en dirección sureste, de modo que lo peor del frente ártico, con temperaturas máximas bajo cero, se sentirá en la costa este a partir de esta noche, con caídas repentinas del mercurio y una sensación de frío acentuada por el viento.
Hoy se esperaba nieve desde Misuri (centro) a la región de los Grandes Lagos (norte), según el servicio meteorológico estadunidense (NWS, según sus siglas en inglés). “Las temperaturas más frías en casi 20 años van a alcanzar el norte y el centro de Estados Unidos siguiendo un frente de frío ártico”, destaca el NWS en su sitio web. “Combinadas con ráfagas de viento, estas temperaturas van a caer a niveles potencialmente mortales, tan bajas como -51°C en algunos lugares”, agregó.
En el aeropuerto O’Hare de Chicago se superó hoy el récord de la temperatura mínima más baja, que databa del siglo XIX y, con 26.1 grados Celsius bajo cero, se batió el registro de menos 25.5 grados de 1884, igualado en 1988, informó el Servicio Meteorológico Nacional. Según los datos del Centro Nacional de Prevención Ambiental, en Montana se llegó en la pasada madrugada a la sensación térmica más baja del país, con menos 52.7 grados Celsius en Comertown, y asimismo en Minesota, Iowa, Dakota del Norte y del Sur y Wisconsin estuvo por debajo de 45 grados bajo cero.
En Milwaukee, a la vera del lago Michigan, la temperatura era de -37ºC al alba, informó a la AFP Sarah DeRoo, portavoz del municipio con poco menos de 600 mil habitantes. Las autoridades recordaron que a estas temperaturas se generan graves lesiones de piel en sólo pocos minutos de exposición al aire libre, y llamaron a la prudencia. “Hemos pedido a los empleados municipales considerados no esenciales que se quedaran en su casa”, declaró DeRoo. “La Policía patrulla para ayudar a los sin techo a encontrar el refugio más cercano en los que fueron instaladas camas adicionales”.
La población fue advertida contra el riesgo de vehículos bloqueados y rutas congeladas debido a la explosión de cañerías de agua por el efecto del hielo, mientras que en varias ciudades los habitantes fueron llamados a permanecer en sus casas y a acopiar alimentos. En el condado de Cook, que comprende gran parte del área de Chicago, fueron instalados centros a los que “todo el mundo puede acudir para calentarse, por ejemplo en caso de fallas en los sistemas de calefacción”, indicó a la AFP la portavoz Natalia Derevyanny.
Miles de vuelos fueron retrasados o cancelados como en el aeropuerto internacional O’Hare de Chicago, uno de los más concurridos. De su lado, la compañía aérea JetBlue anuló sus 300 vuelos previstos a partir de esta tarde desde los aeropuertos de Nueva York y Boston. En total, más de 3,500 vuelos internos o con destino a Estados Unidos habían sido hoy cancelados, según datos de la firma especializada flightaware.com. Desde el jueves pasado, cuando comenzó la ola de frío, hubo unas quince mil anulaciones en todo el país.
En Colorado, estado ubicado en el límite de la zona afectada por la ola de frío, un avión ejecutivo se estrelló al intentar aterrizar el domingo en el aeropuerto de Aspen, provocando la muerte de un copiloto mexicano y heridas a los dos pilotos. Ya se registraron diez muertos en Estados Unidos, y los servicios meteorológicos prevén que antes del martes se batirá el récord de temperatura mínima -que se remonta a 20 o 30 años atrás- en el norte y nordeste de Estados Unidos, pero también en algunas regiones del sudeste.
En Washington se espera una mínima de -9ºC el martes, no lejos del récord de -13 que data de 1996. En Nueva York, la temperatura caería en la noche del lunes al martes hasta -13ºC. En la ciudad de Atlanta, ubicada a 1,200 km al sur de Chicago, se deberá sentir más frío que en Anchorage, la ciudad más grande de Alaska, destacó la cadena CNN. El gobernador de Illinois, Pat Quinn, afirmó que la tormenta debería ingresar al “libro de los récords” y destacó que había que garantizar abrigo para todo el mundo.
También en ciudades más al sur, como Atlanta (Georgia) y Nashville (Tennessee), se han registrado las temperaturas más bajas de los últimos 20 años e incluso en el norte del estado de Florida se ha decretado una alerta por frío. Para hoy, el Servicio Meteorológico Nacional ha pronosticado 36 grados bajo cero Celsius en Fargo (Dakota del Norte), 29 bajo cero en Madison (Wisconsin) y alrededor de 26 bajo cero en Minneapolis (Minesota), Indianápolis (Indiana) y Chicago (Illinois).
Ante esta situación, el Gobierno federal recordó el peligro de hipotermia y lesiones por congelación en la piel cuando el efecto térmico baja de menos 25 grados y las diferentes autoridades estatales y locales están adoptando medidas de prevención excepcionales. El alcalde de Indianápolis, Greg Ballard, decretó la alerta roja, la máxima advertencia de tráfico, que prohíbe la circulación con vehículos excepto en casos de emergencia o para buscar refugio, por primera vez desde 1978.
En el estado de Nueva York, el gobernador Andrew Cuomo anunció el cierre de parte de una autovía que une la ciudad de Buffalo con el estado de Pensilvania para vehículos comerciales a partir de las 8 de la noche, por el frío intenso. En colegios y universidades de Illinois y Minesota se han suspendido las clases y, también en Minesota, la multinacional 3M mandó a sus trabajadores a casa.
En otras partes del país las autoridades recomendaron a los viajeros que carguen las baterías de sus teléfonos celulares y que lleven a bordo suministros para emergencia, como mantas y algunos víveres. Pese a que no está previsto que el vórtice polar traiga precipitaciones, su llegada se produce cuando parte de Estados Unidos aún está cubierta por el manto de nieve que dejó la tormenta Hércules la semana pasada y que provocó la muerte de 16 personas.
Casi medio país podría alcanzar temperaturas bajo cero el miércoles, cuando se espera que empiece a remitir la ola de frío, según el canal CNN. Ante esta ola de frío, los precios del petróleo repuntaban ligeramente en Nueva York subiendo hoy catorce centavos a 91.10 dólares en la apertura, con los inversores previendo una mayor demanda.
Canadá también afrontaba temperaturas gélidas, manteniendo al país atenazado en uno de los peores inviernos que ha vivido en los últimos años. Los servicios de meteorología reportaban temperaturas inferiores a los -30ºC en el este de Ontario, Manitoba o Saskatchewan con -36ºC en Regina, la capital de esta provincia. La sensación térmica era de -48ºC. En el este del país, las tormentas de hielo afectaban seriamente los transportes y producían retrasos en el aeropuerto de Pearson de Toronto.
En el centro del país, en las provincias de Saskatchewan y Manitoba, las temperaturas se acercaban hoy a los 50 grados Celsius bajo cero con el efecto viento, mientras en Toronto, la principal ciudad del país, el día se inició con precipitaciones de lluvia helada que dificultaron la circulación. Y en la provincia de Terranova y Labrador, en la costa del Atlántico del país, unas 30 mil personas siguen hoy en la oscuridad después de que una tormenta de nieve, que depositó 40 centímetros de nieve, provocara el sábado un incendio en una subestación eléctrica.
El accidente dejó sin electricidad inicialmente a unas 90 mil personas en San Juan de Terranova, la capital de la provincia. Las autoridades de Terranova y Labrador han ordenado hoy el cierre de todas las escuelas de la provincia hasta el miércoles, cuando se espera que las condiciones meteorológicas mejoren. En Ontario y Québec la principal preocupación de las autoridades es la formación de hielo debido a los bruscos cambios de temperatura en localidades como Ottawa y Toronto.
En Ottawa, a primeras horas de hoy la temperatura pasó en poco más de 30 minutos de 4 grados centígrados a -2 grados. La formación de hielo provocó la cancelación y retraso de numerosos vuelos que tenían previsto partir del aeropuerto internacional de la capital canadiense. Los meteorólogos han advertido de que la situación empeorará a medida que avance el día. En la noche se espera que los termómetros se sitúen en -23 grados Celsius aunque el efecto térmico por el viento se sentirá como -33 grados.
El aeropuerto de Montreal también tiene muchos de sus vuelos retrasados por las condiciones meteorológicas. La situación se complicará en la noche si caen los 20 milímetros de lluvia helada previstos por los meteorólogos en Montreal. En Toronto, las autoridades municipales han declarado un alerta de frío extremo, ante las previsiones de que la sensación térmica en la ciudad se sitúe en las próximas horas entre -35 y -40 grados centígrados.
Hace dos semanas la ciudad ya sufrió una devastadora tormenta de hielo que dejó a 250 mil personas sin electricidad durante varios días y que destruyó las copas de un 20 % de los árboles de la ciudad. Los meteorólogos han señalado que las difíciles condiciones que se viven en gran parte de Canadá es fruto de la confluencia de dos sistemas, uno de altas presiones que procede de Alaska y uno de bajas presiones que se ha desplazado de las regiones árticas de Rusia y Canadá hacia el sur de Norteamérica.