MÉXICO, D.F.- Legisladores integrantes de la Comisión Permanente del Congreso de la Unión exigieron al gobierno federal para que, en un plazo no mayor a 30 días, prohíba el uso del detector molecular GT-200 en retenes y cateos de las Fuerzas Armadas en todo el territorio nacional.
A través de un punto de acuerdo, el coordinador de los diputados de Movimiento Ciudadano, Ricardo Monreal y de Alfonso Durazo, impulsan que los titulares de las secretarías de la Defensa Nacional (Sedena), de Marina (Semar) y de Seguridad Pública rindan un informe detallado y pormenorizado sobre el número total de Detectores Moleculares GT 200 que aún siguen en uso y de los que se han detectado con fallas en cuanto a su operación y resultados.
EL UNIVERSAL mostró el pasado miércoles un video donde se prueba el “fraude” de la también conocida como “ouija”. En las imágenes puede verse a un militar con un aparato de plástico provisto de una antena, caminando en un galerón que contiene ocho cajas blancas colocadas en el suelo, en línea recta.
Una de éstas contiene estupefacientes y cartuchos, pero el uniformado no sabe en cuál. El artefacto es un detector molecular que supuestamente localiza drogas, armas y explosivos. Sus creadores lo comercializan con el nombre de GT200; los soldados lo llaman la “ouija del diablo”.
Sobre esto, en la exposición de motivos, los diputados Federales aseguran que anteriores solicitudes de información fueron objeto del total soslayo por parte de las autoridades. “No obstante que en 2010 el gobierno de Gran Bretaña lanzó una advertencia a México sobre la ineficacia de estos aparatos, ya que estos mismos fueron utilizados con resultados desastrosos en la guerra de Irak y para la detección de migrantes indocumentados por parte de la patrulla fronteriza de los Estados Unidos”.
Además, describen que un grupo de investigadores de las universidades más prestigiosas del país, señalaron contundentemente que no existían bases científicas sólidas que avalaran el correcto funcionamiento del aparato.
De igual manera, la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) calificó a este instrumento como fraudulento y poco confiable. Desde la puesta en marcha del detector molecular GT 200 se triplicaron las quejas por cateos ilegales, retenes militares y policiacos, al registrar mil quejas entre enero de 2008 y mayo de 2011 en las que se utilizó el detector.