Como una incongruencia del Estado mexicano, calificó el doctor Enrique Carpizo la posibilidad de usar mariguana con fines recreativos, pero negar su empleo terapéutico para aliviar el dolor de pacientes crónicos y enfermos en etapa terminal.

 

Doctor en derecho y promotor de que se regularice el uso de esta droga con fines medicinales, Carpizo visitó Guadalajara para exponer sus argumentos ante estudiantes del Centro Universitario de Ciencias Económico Administrativas (CUCEA) de la Universidad de Guadalajara (UdeG).

 

“México tiene que reconocer que existe una incongruencia en su sistema punitivo… permite el consumo de cuando menos cinco gramos (de mariguana), pero quien la siembra o se excede de esta cantidad es un delincuente. ¿Cómo podemos aceptar la existencia del consumo recreativo, porque se permiten cinco gramos, y no aceptar el uso terapéutico de la misma?”, cuestionó.

 

El profesor e investigador de la UNAM destacó que el país no ha dado el paso que se requiere para cumplir con la Ley General de Salud en Materia de Cuidados Paliativos, que en teoría  garantiza al enfermo una muerte digna, con alivio del dolor y su manejo integral, pero en la práctica esto no sucede.

 

En entrevista, respondió que existen fármacos para el dolor en el mercado, pero aparte de su alto costo y su escasa disponibilidad, la mariguana debe ser otra alternativa para quien padece cáncer terminal, VIH y otras enfermedades.

 

“Por lo general los medicamentos que se utilizan para combatir dolores extremos son heroína y morfina, en determinados casos, no en todos. Esos medicamentos evidentemente son mucho más dañinos”, sostuvo. En principio mantienen sedado al paciente.

 

“Sus familiares lo encuentran tirado en una cama, sin moverse, quejándose todo el tiempo y requiriendo de aumento de dosis en el caso de la morfina o la heroína… Incluso a veces el enfermo terminal no muere de la enfermedad sino por consecuencia del medicamento que se le suministra”, refirió. 

 

En contraste, la cannabis permite reducir esos efectos extremos. Le devuelven el apetito al enfermo, lo que aumenta sus defensas y mejora su estado de ánimo. “Lo encuentran por lo regular leyendo, viendo televisión, sonriendo y recibiendo a sus familiares con otro semblante”, dijo.

 

Los beneficiados con la regularización de esta droga con fines terapéuticos “son todos los pacientes en etapa terminal”, principalmente los que sufren cáncer. Además de los afectados por dolores crónicos derivados de artritis u otras enfermedades reumatoides, lesiones en la columna vertebral, etcétera, y para tratar padecimientos del sistema nervioso central que causan crisis convulsivas.

 

El empleo de la mariguana con fines medicinales está aprobada en países como Estados Unidos, España e Inglaterra, entre otros, mencionó, tras afirmar que la posibilidad de que un enfermo en etapa terminal -se considera así al paciente con un pronóstico de seis meses de vida- se vuelva adicto a la mariguana “es nula”.

 

Desmitificó que los enfermos “andarán por la calle fumando”, pues su prescripción puede ser inyectada, en pastillas o hasta tópica. Y su concentración también distinta.

 

Carpizo fue invitado por la fracción del Partido de la Revolución Democrática (PRD) del Congreso del Estado de Jalisco, que promueve el debate sobre el tema rumbo a una iniciativa de ley estatal que regularice el uso de la mariguana.

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