En la Reserva Ecológica de Greystoke Mahale, al noreste de Tanzania, empleados del lugar recogieron a un joven pelícano que había sido abandonado por su bandada. Durante cuatro meses lo cuidaron alimentándolo porque no sabía cazar ni volar.
Cuando percibieron que el ave ya estaba en condiciones óptimas para sobrevivir colocaron una pequeña cámara en su pico y lo soltaron en su hábitat para animarlo a que emprendiera el vuelo. De esa manera obtuvieron el video que compartimos a continuación:
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