Científicos del Centro Oncológico de la Clínica Mayor identificaron el gen HNF1B, asociado a una mayor susceptibilidad de desarrollar cáncer de ovario. Este hallazgo fue posible gracias al análisis de más de dieciséis mil mujeres con dicho padecimiento y de veintiséis mil mujeres sanas.
El estudio es uno de trece trabajos publicados simultáneamente en cinco revistas por el Collaborative Oncological Gene-environment Study (Estudio oncológico colaborativo sobre genética y ambiente, COGS), una investigación internacional realizada con la colaboración de científicos europeos, asiáticos, australianos y norteamericanos, entre ellos la Clínica Mayor.
Estos trabajos guía ofrecen resultados sobre el genotipo de más de 250 mil personas, examinando las secuencias de ácido desoxirribonucleico (ADN) implicadas en tres tipos de cáncer vinculados a las hormonas: de ovario, mama y próstata.
“A través del esfuerzo conjunto de este consorcio y de la compartición de todos los datos, ahora estamos más cerca de entender los factores heredados de estas enfermedades”, comenta la doctora Ellen Goode, adscrita a la Clínica Mayo y autora del trabajo sobre el HNF1B.
En el estudio, la doctora Goode y sus colaboradores demostraron que las variaciones en el gen HNF1B aparecen representadas excesivamente en un tipo de cáncer epitelial del ovario y, en cantidad mínima en otro tipo. Además, descubrieron que la variación en la metilación del ADN, proceso que modera las expresiones genéticas como la del HNF1B, se correlaciona con diferentes subtipos de cáncer de ovario.
Los resultados plantean que la activación e inhibición de la expresión genética por la metilación del ADN puede ser un factor tan importante en el cáncer como las mutaciones de los genes. “Los distintos patrones de metilación plantean la existencia de un mecanismo molecular mediante el cual los cambios del gen derivan en un aumento del riesgo para cáncer. Esto conlleva posibles implicaciones clínicas para entender mejor el origen de la enfermedad, para identificar mejor los subtipos del cáncer de ovario y para desarrollar novedosos métodos de tratamiento”, indica Goode.