México, DF. Los mexicanos confían más en la fe, en la magia y en la suerte que en la ciencia. La mitad de los ciudadanos asevera que debido a sus conocimientos los investigadores “son peligrosos” y afirma que el desarrollo científico genera una vida “artificial y deshumanizada”. Muchos creen en los poderes síquicos y una inmensa mayoría considera que las limpias, la homeopatía y la acupuntura son opciones para aliviar de enfermedades que la ciencia no reconoce.
Así lo muestran los resultados de la más reciente Encuesta sobre la Percepción Pública de la Ciencia y la Tecnología en México 2011 (Enpecyt), elaborada por el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) y el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
Al referirse a estos datos, el director general del Conacyt, Enrique Cabrero Mendoza, aseveró que si bien las tradiciones, creencias y la vida espiritual de pueblos y personas deben conservarse, problemáticas como enfermedades, contaminación ambiental y conflictos sociales, entre otras, deben ser resueltos con base en el conocimiento científico.