México, DF. El país retrocedió del tercero al cuarto lugar entre las principales naciones receptoras de remesas, desplazado por Filipinas, en un momento en que la posibilidad para los migrantes mexicanos de obtener empleo en Estados Unidos se ha dificultado por el endurecimiento de leyes migratorias y por el hecho de que las oportunidades laborales se abren en sectores que demandan personal más calificado, aseguró un reporte publicado este jueves.

Las remesas que llegan a México son la principal fuente de ingreso para 1.6 millones de familias en México, explicó Carlos Serrano, economista en jefe para México de BBVA Research, el área de análisis del Grupo BBVA, controlador de Bancomer. Ocho de cada diez dólares que llegan por esta vía son utilizados para financiar el consumo de las familias que las reciben y su aporte a la economía es determinante en varias regiones del país, añadió.

En 2012 las remesas sumaron 22 mil 442.9 millones de dólares, cantidad inferior en 1.6 por ciento a las registradas en 2011 y este año, según el especialista, el flujo podría volver a disminuir, una situación que comenzó a reflejar un cambio en las condiciones de integración de los migrantes al mercado laboral de Estados Unidos y también el inicio de una nueva fase en la migración mexicana hacia aquel país.

“Hay en Estados Unidos una menor demanda de trabajadores mexicanos”, expuso Serrano esta mañana en la presentación de “Situación Migración México”, un estudio bianual que elabora BBVA Research.

BBVA Bancomer es el principal pagador en México de las remesas que envían los migrantes mexicanos que laboran en Estados Unidos.

El flujo de remesas hacia México, que comenzó a disminuir desde el estallido de la crisis en Estados Unidos, en el otoño de 2008, no ha recuperado los niveles registrados en 2007, cuando alcanzaron su máximo histórico, al llegar a 26 mil 58 millones de dólares, explicó.

Como punto de comparación planteó que en 2012 todos los países centroamericanos ya superaron el nivel de remesas que recibieron en 2007, mientras que en México este flujo se ha reducido, respecto de ese año.

Las leyes antinmigrantes, que han afectado en mayor medida a la comunidad mexicana y un cambio en las habilidades que demandan los empleadores en Estados Unidos han afectado el flujo de remesas hacia México, según el estudio.

“En Estados UNidos, y de forma más acentuada tras la crisis económica, se ha reducido la demanda de empleo entre las personas con los menores niveles de escolaridad. Aunque los mexicanos y centroamericanos tienen bajos niveles de escolaridad, los de los mexicanos son en promedio más bajos”, apuntó el documento.

Los datos ofrecidos por la institución mostraron que 40.5 de cada 100 migrantes mexicanos en Estados Unidos ha cursado menos de 10 grados de escolaridad, proporción que se reduce a 38.2 de cada 100 en el caso de los ciudadanos de países centroamericanos.

En el extremo opuesto, siete de cada 100 migrantes mexicanos en Estados Unidos ha cursado estudios profesionales y de posgrado, proporción que, en el caso de los ciudadanos centroamericanos, es de 10.8 por cada 100.

La disminución en el flujo de remesas provocó que en 2012 Filipinas desplazara a México como el tercer mayor receptor mundial de estos capitales, según datos del Banco Mundial citados en el estudio presentado este jueves por BBVA Bancomer.

El año pasado, las remesas a India, el mayor receptor mundial, sumaron 69 mil 300 millones de dólares, seguido por China, con 60 mil 200 millones; Filipinas, con 24 mil 500 y después México.

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