Ciudad de México, 10 de julio (SinEmbargo). Roberto Dawe González, General Brigadier en el activo, acusado falsamente junto con otros militares de tener nexos con cárteles de la droga, está “sorprendido por la saña” con la que la Procuraduría General de la República (PGR) se les fue encima y los llevó a prisión con expedientes armados al vapor, construidos a partir de testimonios a modo de narcotraficantes seleccionados para hundir a civiles y militares en decenas de casos. Pero la saña de la PGR que encabezó Marisela Morales en el sexenio de Felipe Calderón Hinojosa no paró ahí, dice Dawe: también fue injusta y bochornosa “toda la cuestión mediática; lo que hicieron para intimidarnos y exhibirnos más que nada”.
–¿Usted qué cree que pasó? ¿Por qué contra ustedes?
–Yo siento que esta infamia, que esta agresión no fue contra Roberto Dawe o Ricardo Escorcia o Rubén Pérez. No, no: fue una agresión contra la institución e independientemente de que uno esté indignado, quien debe estar más preocupada es la gente por la facilidad con la que se trató de denostar a una institución como el Ejército, que sirve a la sociedad y viene de ella.
–¿Quedó muy dañado el Ejército?
–Se trató de dañarlo, se intentó. Roberto Dawe fue detenido el 15 de mayo de 2012. Era jefe del Estado Mayor de la 20 Zona Militar en Colima, Colima. Se dice entero, de una pieza, tras su reclusión durante casi un año en una cárcel de máxima seguridad. Está listo para regresar al servicio cuando se lo ordene el alto mando, el Secretario de la Defensa Nacional (Sedena), Salvador Cienfuegos Zepeda, a quien le pidió recibirlo cuando termine de hacerse una revisión médica en el Hospital Central Militar (HCM), al que ingresó el domingo 7 de julio, dos días después de su liberación. Otro de los detenidos y liberados es el General Rubén Pérez Ramírez. En sus primeras declaraciones al salir de El Altiplano dijo que lo que les había sucedido a él y a los coacusados era “una villanía”. Tomás Ángeles señaló en abril de este año, también al quedar en libertad, que quienes lo ligaron con el narco eran personas “ruines”, gente “infame y cobarde”.
–¿Hay algún resentimiento contra el sistema de Justicia Militar?
–No, en lo absoluto. La verdad es que, con toda honestidad, se manejan tantas cosas como pleitos entre grupos de poder, pugnas por asumir tal o cual cargo y no, no hay nada de eso. “Yo siento que a la institución, vamos a decirlo de esa manera, se le ordenó tomar fotografías de nosotros, el expediente de nosotros, en fin, ese tipo de cosas que son normales, ¿no? Pero si realmente la institución hubiera querido afectarnos lo hubiera hecho (con) la Policía Judicial Federal Militar (PJFM), que realmente ellos hacen investigaciones muy a fondo, muy precisas y cuando las tienen de veras, se actúa conforme a derecho y estrictamente”. Dawe está seguro de que si la Sedena hubiera llevado la indagatoria se habrían realizado investigaciones reales y no lo que se le pedía al ejército y que era solo recopilar datos de archivo, hojas, cosas para ir armando algo. Yo en ningún momento me siento agredido por la institución o por la Procuraduría de Justicia Militar o por personal militar, en lo absoluto, añade. “Todo esto se manejó en la Procuraduría y de ahí se da el problema…”
 –¿La PGR es la fuente de todo esto?
–Yo lo siento así y creo que la nueva administración va a llevar a cabo alguna investigación al respecto, y en su momento se va a saber de dónde nace esto y el por qué o se va a actuar en contra de quien resulte responsable. Para eso está la Contraloría de la propia PGR. Pienso que ya están actuando en ese sentido.

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