**El gobernador de Colima mandó el mensaje de “estás conmigo o estás en mi contra (…) Caminas o caminas, y si no caminas ya sabes…”, analiza el doctorando en Ciencias Sociales, Jesús Jiménez.

Colima, México (14 de septiembre de 2013).- La marcha de este viernes que encabezó el gobernador Mario Anguiano es el regreso de prácticas autoritarias y totalitarias que van en contra del camino de la democracia. En ella hubo señales de fascismo y terrorismo laborar contra los trabajadores de la administración estatal, en donde el Ejecutivo y los órganos sindicales dejaron el mensaje claro de que estás con ellos o en su contra.

Así lo expone el doctorando en Ciencias Sociales y maestro en Historia, J. Jesús Jimenez Godínez, al referir que se “tiró línea” desde el gobierno federal con la idea de “o caminas, o caminas, y si no… represalias”. Expone que ha habido información que señala que el presidente Enrique Peña Nieto les pidió a los gobernadores que se convirtieran en sus principales promotores de sus iniciativas de las reformas, “hay documentos que así lo señalan, entonces se tuvo que marcar así con esta dirección”.

Una de las primeras señales que se detectan es un totalitarismo presidencial que ha avasallado a los gobernadores, indica, en una sociedad democrática la libertad individual es el garante de todas las libertades, “que quienes están circunstancialmente en el poder, adopten medidas propias del nacional socialismo, del fascismo, donde nadie escapaba, me parece muy grave y penoso”.

El analista social subraya que algunos de los integrantes del gabinete de Mario Anguiano tuvieron estudios, pasaron por las universidades, por lo que debieron haber conocido los riesgos que entraña el ocupar el tiempo en sus trabajadores y trabajadores para sus interese personales, “la práctica esa de pasar lista y captarles hasta la huella digital, es realmente grave y podría ser motivo a alguna denuncia a todos los organismos defensores de derechos humanos”.

 

TERRORISMO LABORAL

A pesar de que de manera anónima -por temor a represalias-, trabajadores de gobierno estuvieron denunciando presión y hostigamiento para acudir a la marcha, un día antes de ésta el gobernador Mario Anguiano Moreno aseguró que sería un ejercicio libre, por lo que negó que se estuviera presionando a los burócratas para marchar.

Sin embargo, se pudo observar tanto en el jardín Núñez como en el jardín Libertad, que hubo listas en donde se estuvo anotando a los trabajadores. Proceso denunció que al final de la marcha y el mitin, “más de una decena de trabajadoras de la estatal Secretaría de Desarrollo Social se colocaron en la esquina sur del palacio de gobierno para tomar los datos de los beneficiarios de programas sociales que asistieron a la manifestación. Ahí, a la vista de todos, entregaron dinero a muchos de ellos, en cantidades que iban de 100 a 300 pesos por persona, luego de llenar y firmar con rúbrica o huella digital los recibos de “apoyo asistencial”.

Jesús Jiménez anota que aunque puede ser un control de las organizaciones para así manifestarle al titular del Ejecutivo que ellos sí cumplieron, “no deja de ser un mecanismo que debe responsabilizar primeramente a los propios asesores del gobierno en este caso, porque es una acción penosa, el tomar la lista y decirles en el momento en que todo mundo “andamos tras el sope” de forzar a los trabajadores de estás conmigo o contra mí”. 

Todos temen, añade el historiador al justificar a todos los y las burócratas que se hayan visto en esta necesidad de ir a firmar, pero advierte que quizás haya que politizar más en términos de cultura intsitucional y democracia a los propios trabajadores y trabajadoras. “Definitivamente se abusa de ellos, se les somete a un terrorismo de que les van a quitar el contrato, o van a ser nuevas condiciones, un terrorismo laboral”. 

El doctorando en Ciencias Sociales añade que el fascismo está todavía muy arraigada en la cultura occidental, eso lo han podido ver los observadores internacionales, como una práctica imitadora lo que en su tiempo adoptó Hitler, nadie escapaba; “por eso esta marcha del viernes en Colima es coercitiva a nivel del totalitarismo del presidencialismo que aparece aquí, y las prácticas que se adoptaron sin recato alguno de la evolución democrática y republicana es penoso”.

Finalmente advierte que todas estas reformas que ha habido, como la educativa y labora, son menores frente a la que se avecina, “por eso es muy grave esta estrategia de forzar, de que el estado mismo obligue a los particulares que por circunstancias están en el gobierno asuman una política de estado para defender iniciativas que van en contra del propio interés nacional histórico”.

 

 

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