Colima, México.- La tienda de conocimiento Capp publicó el breviario de políticas públicas número 30 correspondiente a la “Realidad de la discapacidad en el estado de Colima”. El director de la empresa Consultores en Administración y Políticas Públicas S.C., Abel Palomera Meza, compartió con Avanzada un resumen de lo que se puede encontrar en el citado breviario:
El propósito, comentó, fue saber cuál es la realidad de la discapacidad en el estado de Colima, más allá de lo que está en los medios de comunicación, dado que en éstos resulta confuso entender si es un problema fuerte o no, toda vez que normalmente se comprende que es complicado cuando se vive de cerca, con algún familiar o amigo la tiene.
En principio, se define como discapacidad a la ausencia, limitación o pérdida de las habilidades que tiene una persona de realizar actividades consideradas normales para un ser humano y el resultado general es, dijo, que sí es un problema muy grave en Colima, tanto por su magnitud, por el número de personas o por proporción respecto a la población total, así como por los factores por los que podría aumentar el número de personas con discapacidad.
Detalló que Colima ocupa el quinto lugar nacional en cuanto a personas con discapacidad: 30 mil 392 personas, lo cual representa al 4.7 por ciento de personas del total de población, es decir que de cada cien personas, cinco colimenses tienen alguna discapacidad.
Además, en la entidad, la principal discapacidad es la motriz, que tiene que ver con las piernas y los brazos; es decir, que las personas se encuentran con dificultad para andar por las calles, para hacer trámites, para ir a gestionar servicios, dificultad para hacer sus compras, para reunirse con otras personas o dificultad para salir simplemente de sus casas y representa casi al 60 por ciento de las personas con discapacidad, esto es, 17 mil 316 colimenses con discapacidad motriz y en segundo lugar, Colima registra 7 mil 795 personas con discapacidad visual, casi el 27 por ciento entre las personas discapacitadas.
EXCLUSIÓN SOCIAL
La discapacidad motriz acarrea la generación de otro problema: el de la exclusión social. Esto significa que la mayor parte de la vida de las personas desde que tienen discapacidad o se mantienen en sus casas, o cuando salen es muy complicado realizar actividades, ir a lugares o estar en contacto y relación con otras personas, como no lo sería si no tuvieran discapacidad.
Es decir, se excluyen en el momento en que se mantienen en su casa, pues según señala Abel Palomera, casi todo el tiempo permanecen ahí.
“Las personas con discapacidad que salen de sus casas y no hay rampas o estacionamientos que puedan disfrutar de forma exclusiva, o no hay las condiciones para que puedan movilizarse, se les limitan los lugares, los espacios y las personas que pueden visitar para relacionarse o contactarse.
‘Eso es importante, porque si pudiésemos definir el problema, es que no es el hecho de que tengan la discapacidad, sino que están excluidas socialmente de muchas experiencias de las cuales se supone que tenemos derecho como seres humanos: de vivir o de gozar de ellas, esa es la implicación más importante en términos de que sufren esa discapacidad; es decir, no tanto tenerla, sino que no pueden gozar de todos sus derechos o beneficios de estar en Colima o en México”.
El breviario “Realidad de la discapacidad en el estado de Colima”, también da cuenta de las diferencias por edades de las personas discapacitadas. Por ejemplo, las personas que mayor sufren una discapacidad tienen edades desde los 30 y hasta los 80 y más años, pero se concentran particularmente entre las edades de 60 y 79. “Eso significa que nacieron sin discapacidad, trabajaron como albañiles, constructores, carpinteros o cualquier otro trabajo y tuvieron un accidente por el cual ahora tienen una discapacidad específica, se dañaron alguna extremidad, o sus ojos, se dañaron de alguna forma durante el transcurso de su vida”.
Cabe resaltar que el breviario número 30 de la empresa Consultores en Administración y políticas públicas se realizó particularmente con un análisis en términos del tipo de discapacidad y de las edades, “porque precisamente así se define un problema, lo cual es más importante que diseñar, por ejemplo, un programa, —definió Abel Palomera— porque cuando conoces bien el problema, las soluciones saltan a la vista, mientras que lo que normalmente se hace es encontrar soluciones que han hecho otros gobiernos u otras partes del mundo, sin conocer realmente el problema, cuando analizamos estos datos nosotros definimos el problema específicamente para Colima”.
EMPLEO
En cuanto al rubro específico del empleo y la discapacidad, el director de Capp advirtió que precisamente es un asunto importante no solamente porque para las personas discapacitadas es mucho más difícil acceder, “a todo lo que tendrían que gozar en lo general, sino porque implican que no tengan ciertas capacidades y en los empleos precisamente se requieren habilidades, conocimientos, capacidades y eso hace muy difícil que una persona con discapacidad pueda tener un empleo”.
Ejemplificó que si tenemos que en Colima hay 100 personas y de esas 50 obtienen un empleo pero por condiciones que no son necesariamente el mérito, las personas con discapacidad tienen una dificultad extremadamente mayor que las personas que están en condiciones normales.
“Es decir que la probabilidad de conseguir empleo es abismalmente menor que la de cualquier otro persona. Lo que tenemos en Colima es que para el año 2010, de las 30 mil 392 personas que tienen alguna discapacidad, solo tienen empleo 8 mil 700 personas. Esto no significa que las otras personas no lo tienen porque nadie las emplea, significa que tenemos que interpretarlo en funciones de las personas que pueden trabajar por su edad o porque están dispuestas, hay personas discapacitadas que no lo están”.
En concreto, las personas con discapacidad en Colima y que están dispuestas a trabajar son 9 mil 222 y de esas 8 mil están ocupadas, es decir: las personas con discapacidad que están dispuestas, están en realidad empleadas; sin embargo, “lo que hay que entender es por qué muchas no están dispuestas, y eso es porque se sienten excluidas y no quieren siquiera salir de sus hogares. Ellos mismos no quieren salir, debido a todos los impedimentos para salir a la ciudad o a cualquier parte”.
EL PRESUPUESTO
Respecto al presupuesto para la discapacidad en el estado de Colima, reconoció que se trata de tema complicado, en el sentido de que por lo generan todos los gobiernos analizan los problemas públicos de mayor magnitud, los que están más sentidos socialmente, y a los cuales se tiene que trasladar mayor recursos: “Lo que vemos para el estado de Colima es que los recursos públicos que se destinan a la discapacidad no solamente no han aumentado, se han mantenido igual o disminuyeron, eso contrasta con el hecho de que el número de personas con discapacidad ha aumentado”.
No obstante se trata de un problema generalizado, tomando en cuenta que el presupuesto público no alcanza para ninguna cosa, “y la mejor medida sería en cuestión a si las personas con discapacidad están siendo bien atendidas, están recibiendo los servicios que necesitan”, porque —apuntó— podría haber presupuestos millonarios pero de cualquier modo no se recibiría lo que se necesita.
Por lo tanto, asentó que lo importante es ver qué en términos se analiza el presupuesto, “porque generalmente se va en términos del monto: es bueno si aumenta y malo si disminuye. Pero qué tal si es un presupuesto menor pero lo gastas bien y alcanza a surtir un efecto positivo, de tal manera que soluciona un problema público. Es decir, lo más importante es cómo se está usando”.
Específicamente el presupuesto para la discapacidad en Colima es de 1 millón 27 mil 127 pesos. Pero detalló que si hablamos de políticas públicas las hay de prevención de discapacidad y de atención de la discapacidad. “En las primeras es que no se origine y en la segunda es que ya se generó y ahora hay que atenderlas para facilitarles que gocen de todos los beneficios”. En el caso de Colima, el presupuesto mencionado el presupuesto es para los dos rubros.
CONCLUSIONES
“La discapacidad es un problema público muy importante que normalmente no se ve, porque los discapacitados están invisibilizados, están ocultos, en sus casas, no los vemos, no los palpamos todo el tiempo, no los notamos hasta que nos sucede a nosotros mismos.
‘Es realmente fuerte la magnitud del problema de acuerdo a las estadísticas, pero no está visibilizado como debería. Existe un instituto colimense para la discapacidad, pero no tenemos certeza de que en principio se estén implementando políticas públicas, y en segundo, si éstas funcionan. No hay certeza, porque para eso se necesitaría tener el recuento específico de lo que hacen, evaluar si son políticas públicas y evaluar su efectividad, el impacto que están teniendo.
‘Definitivamente se deben tener políticas públicas de prevención, pero no es notorio que existan en Colima. Quizá es ahí donde tiene que enfocarse en mayor medida el esfuerzo gubernamental y específicamente en la discapacidad motriz. Se tiene que prevenir, evitar lo más posible porque eso es lo que arrojan los datos, año con año aumenta y representa más de la mitad de todos los casos de personas con discapacidad. Si no son discapacitados de nacimiento significa que todas han sido acumuladas en el transcurso de la vida y eso habría que evitarse en mayor medida, de una forma extrema, agresiva, para poder evitar que sucedan más casos”.
Más información en : http://www.tiendacapp.com