Colima, México (10 de octubre de 2013).- La salud mental es alarmante, cada vez hay más jóvenes que presentan un trastorno mental o alguna dificultad emocional tanto en el estado como en el mundo. Los factores son diversos, entre ellos la inseguridad, el desempleo y la incertidumbre en la que vivimos, la forma de vida actual ha desencadenado el problema, advierte la coordinadora del Centro de Orientación en Salud Mental (Cosame), Ana María Fuentes Covarrubias.
En el contexto del Día Mundial de la Salud Mental que se conmemora este día, es necesario enfatizar que faltan políticas públicas para atender este problema, además los psiquiatras son insuficientes. Datos de instituciones de la salud revelan que en el país existen 2.7 psiquiatras por cada 100 mil habitantes, además la atención psicológica no ha sido prioridad en los centros de salud ni para las autoridades responsables en esta materia.
Menciona que la discapacidad mental es una situación difícil en la que se ve una persona, ya sea niño, adolescente o adulto; por ejemplo en los infantes las enfermedades más discapacitantes son los trastornos de atención, entre ellas la depresión, que en esta etapa de la vida “está empezando a darse con mayor frecuencia”, anota la psicóloga.
Entre las enfermedades mentales se encuentran: la depresión mayor, el trastorno bipolar, el trastorno obsesivo-compulsivo, el trastorno de ansiedad, el trastorno fronterizo, la esquizofrenia y el trastorno dual (que es una de las enfermedades anteriores combinada con una adicción).
ESTRÉS CONSTANTE
Ana Fuentes mantiene que los principales factores que nos llevan a tener problemas de salud mental son los relacionados con la familia, es decir, hay mucha desintegración familiar, en Colima muchos casos de divorcio, “entonces vemos que los chicos crecen en familias que se desintegran y luego vuelven a integrarse, tienen un padrastro, hermanos nuevos; hay chicos a los que también se les exige demasiado, o ellos mismos se exigen”, y todo ello trae complicaciones.
Abunda: “Tenemos muchos casos de jóvenes que consumen drogas, alcohol, y que lamentablemente el exceso les conduce a tener padecimientos mentales como lo es la depresión, cuadros psicóticos, esquizofrenia. Hay muchos trastornos de ansiedad en Colima que no se están atendiendo porque los jóvenes enmascaran esta ansiedad, se sienten ansiosos y se toman unas cubas o quizá compran un cigarro de marihuana y se tranquilizan, pero eso les traerá más consecuencias a largo plazo”.
También la cultura ha cambiado, subraya al comentar que nos hemos vuelto un poco más competitivos y eso nos mantiene estresados todo el tiempo, “estamos preocupados por si vamos a conseguir trabajo, si lo vamos a perder, si nos va a alcanzar para comprar los útiles escolares, para la comida, que la gasolina ya subió… tienes toda esta presión encima”.
“Y también hay tan poco tiempo para pasarlo con los hijos, con la familia. Los niños crecen solos, al cuidado de la televisión, internet; en la escuela también sufren abusos. Tienes todo este montón de factores, que aquí más bien la pregunta es cómo es que algunas personas se mantienen sanas”.
En su última encuesta, el Inegi reveló que alrededor del 10 por ciento de los colimenses padecen de discapacidad mental, es decir, más de 60 mil ciudadanos. Son personas que ya no estudiaron o trabajaron y que están solo en casa al cuidado de sus familias, pero también hay casos de personas que están por las calles, sin que sus familiares sepan donde están, advierte Ana María Fuentes.
De ese 10 por ciento, añade, aproximadamente un 60, 70 por ciento son jóvenes, adultos que ya no van a ser económicamente productivos, y que a la larga representan una entrada menos al presupuesto y el problema se agravaría. Además, el 4 por ciento de la población sufre de discapacidad mental. En el mundo, 650 millones de personas tienen trastornos mentales neurológicos o de comportamiento, casi el 50% se manifiesta antes de los 14 años de edad.
DESINTERÉS
Por otro lado, la integrante del Cosame menciona que es lamentable que los gobiernos no consideren que deben atender esta área como lo hacen con las enfermedades crónico degenerativas, como la diabetes o el cáncer, dice, “a la salud mental no lo consideran como algo prioritario, y de hecho, ya sea la depresión, los trastornos de ansiedad o la esquizofrenia son trastornos altamente discapacitantes, en el sentido de que requieren de mucho gasto, las medicinas son costosas, y no pueden seguir trabajando, se les tiene que dar una pensión. El gobierno dice que es caro y por eso no le invierte, pero si hicieran más labor de prevención, tendrían que invertir menos en salud mental”.
Además, denuncia, lamentablemente en esta área no siempre hay personas capacitadas para tratar a personas con un trastorno mental específico, “no lo hay, las instituciones de salud están sobrepasadas en número de personas, están sobrepobladas. Por ejemplo en Ixtlahuacán se ha mejorado un poco la atención, pero sólo hay 25 camas, eso no cubre ni la mínima parte de casos que en realidad hay”.
No obstante, reconoce que ha cambiado mucho el aspecto de la salud mental, al menos en el trato que se le da las personas, “antes era un barbarie, los sometían a diversos tratamientos que eran inhumanos en muchos sentidos. Quizá ahora no se hagan de mucha manera pero aún hay mucho que trabajar”.
ATENCIÓN
Cuestionada sobre cómo prevenir los problemas de salud mental, la psicóloga responde que lo primero es que las personas conozcan qué les está provocando que lo que están sintiendo no es normal y que aprendan a que le encuentren un significado, “que vean qué significa que yo esté ansioso todo el tiempo, eso no es normal, pero ¿por qué, por qué necesito del cigarro, de la marihuana, del trago? Tienen que identificarlo para poder atenderlo”.
Agrega que la convivencia ayuda a quienes tienen un problema de salud mental a volver a ser productivo, “no a aliviarse”, porque los trastornos mentales no se curan pero la persona sí se recupera, puede readaptarse a una vida productiva, casarse, tener hijos, hacer una vida ‘normal’, pondera, “tener un trastorno mental es como diagnosticar diabetes, por ejemplo, una enfermedad que puede ser tratada, pero no se cura”.
En el marco de este Día Mundial de la Salud Mental, la Cosame advierte que cuando una persona tiene discapacidad mental no le es posible llevar una vida como comúnmente se lleva, es decir, le es más difícil trabajar, estudiar o realizar actividades cotidianas; “estas personas han dejado de tener una vida como la que usualmente tenía, la vive a través de un trastorno o enfermedad mental, neurológica, emocional”, refiere.
Sobre el tiempo de recuperación, manifiesta que en cuanto a salud mental ‘es muy vago’, no es tan preciso como si una persona se accidentara en su trabajo o le dieran cierto número de días para que estuviera de incapacidad en su casa, contextualiza, “recuperarte de una crisis psicótica, que son características en todos los trastornos mentales, te toma un buen tiempo, estamos hablando de semanas, meses, quizá años; depende de la familia, de la motivación y estímulos que tenga la persona para recuperarse”.
Añade que hay algunos trastornos que son superables más que otros, pero cuando tienen un trastorno mental regularmente lo tienes de por vida. Hay algunos que son más severos que otros, como la esquizofrenia, los trastornos depresivos o los obsesivos compulsivos, que son altamente discapacitantes, porque a la persona le cuesta mucho trabajo reincorporarse de nuevo a las labores que debería de desempeñar, ya sea escuela, trabajo u hogar.
En cualquiera de los casos, concluye Fuentes Covarrubias, la persona que padece una discapacidad mental debe ser atendida para que se le diagnostique y se le pueda dar un tratamiento adecuado para que pueda controlar el problema y lleve una vida lo más saludable que se pueda.
NÚMEROS
–350 millones de personas sufren depresión en el mundo
–125 millones, trastornos por abuso de alcohol
–40 millones, epilepsia
–24 millones, Alzheimer y otras demencias
–20% de niños y adolescentes afectados
–1,700 millones padecerán algún trastorno a lo largo de su vida
–Un millón de suicidios al año
–15% de la población mexicana tiene trastornos
–2.5% son pacientes atendidos en el país
–En México hay 2.7 psiquiatras por cada 100 mil habitantes.
–En Colima, el 4 por ciento de la población sufre de discapacidad mental.