Son diversas las causas que pueden producir llanto en el lactante, sin embargo, la primera y más frecuente es el hambre, señala el pediatra neonatólogo del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Jalisco, Francisco de Asís Ibarra Hernández.
“Hambre, después pañal sucio, cólico del recién nacido y finalmente necesidad de afecto al pedir que se le abrace o se le toque, en ese orden suelen presentarse los motivos de llanto”, indicó el experto.
Por lo anterior y debido a que el llanto es el conducto por el que el bebé expresa sus necesidades tanto físicas como afectivas recomendó a los padres y cuidadores no desatenderlo ni ignorarlo sobre todo en los primeros meses de vida del pequeño.
No obstante el especialista consideró que en ocasiones puede ser difícil identificar los motivos o tipos de llanto del bebé, aunque el que se debe al llamado cólico tiene ciertas características.
“El cólico es un poco más identificable porque el bebé llora desesperadamente y luego se tranquiliza de repente, pero luego vuelve a llorar con desesperación y en estos casos sí es muy probable que sea un cólico”, manifestó Ibarra Hernández.
Cuando se trata de alguna enfermedad, expresó el médico, el llanto del niño viene por lo regular acompañado de otros síntomas, como en el caso de algún padecimiento gastrointestinal que también conlleva algunas manifestaciones como vómito, dolor, fiebre, entre otros.
Por difícil que resulte creerlo, dijo el especialista, cuando un niño está enfermo suele no presentar llanto sobre todo si se trata de alguna afectación a nivel pulmonar.
“Vamos a decir que un bebé con una enfermedad grave no llora, es todo lo contrario. Me preocupa un infante que tenga dificultad respiratoria, el bebé que tiene dificultades respiratorias no llora, no lo puede hacer porque le falta el aire”, apuntó el experto.
Mencionó que aunque algunos padres creen que si atienden inmediatamente el llanto del bebé se fomenta en el niño una conducta de manipulación, las necesidades de afecto deben ser cubiertas por los padres, lo cual forma parte del propio goce de la maternidad y la paternidad.
Incluso, consideró, cuando un niño pide a sus papás ser abrazado, puede ser una petición de auxilio, derivado de que sus progenitores son las primeras personas en quienes deposita su confianza.
Indicó que a la fecha no se han comprobado teorías como el hecho de que el niño puede enfermarse por “llorar mucho” o por el contrario que el llanto puede favorecer al desarrollo pulmonar, por lo tanto estas creencias dijo siguen siendo “mitos” por carecer de veracidad.