Estados Unidos destruirá a bordo de un buque de la marina las sustancias químicas más peligrosas del arsenal sirio, mientras que la eliminación del resto de productos tóxicos correrá a cargo de empresas privadas, según anunció ayer la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ).

 

La decisión del gobierno de Barak Obama llega después de que varios países rechazaran hacerse cargo de las armas químicas sirias, para llevar a cabo la neutralización en su territorio, y permitirá a priori cumplir con el calendario pactado por la comunidad internacional.

 

Según el plan aprobado el pasado 15 de noviembre, las sustancias químicas consideradas prioritarias deben salir del territorio de Siria antes de fin de año y eliminarse, a más tardar, en marzo de 2014.

 

Esa labor se llevará a cabo a bordo de un navío estadunidense, que actualmente es preparado para ello y que será verificada por expertos de la OPAQ, afirmó el organismo con sede en La Haya, Holanda, en un comunicado.

 

Las sustancias químicas serán diluidas por hidrólisis hasta niveles más seguros, que las inutilizarán para que no puedan ser utilizadas con fines bélicos.

 

EU, que ha liderado junto a Rusia el proceso de destrucción del arsenal químico sirio, había tratado de convencer a varios países con experiencia en la gestión de armas químicas para que se hiciesen cargo de las sustancias declaradas por el gobierno de Bashar al Asad.

 

Albania —que tuvo que eliminar en el pasado armas heredadas de la época comunista— admitió haber mantenido conversaciones con Washington, pero finalmente declinó la propuesta tras las manifestaciones en contra por parte de la población.

 

Otros países también tanteados, como Bélgica y Noruega, han preferido limitarse a ofrecer apoyo logístico y financiero al proceso.

 

Así pues, ha sido Washington el que ha terminado por hacerse cargo y ha ofrecido a la OPAQ “la tecnología de destrucción, total apoyo operativo y financiación para neutralizar los químicos prioritarios de Siria”.

 

Mientras, el resto de los productos químicos acumulados por el gobierno de Asad serán eliminados por empresas privadas.

 

La OPAQ explicó que hasta 35 compañías han expresado su interés en el proyecto y ahora serán evaluadas para definir cuáles se ocuparán de las tareas, que incluyen la neutralización de sustancias químicas de uso común en la industria.

 

“Las compañías que aspiran a participar en el proceso de eliminación deberán cumplir con todas las regulaciones internacionales y nacionales aplicables en cuanto a seguridad y medio ambiente”, explicó la OPAQ.

 

El plan de la OPAQ prevé que todas las sustancias químicas —con la excepción del isopropanol— salgan de territorio sirio a más tardar el próximo 5 de febrero y se neutralicen durante la primera mitad de 2014.

 

Se calcula que deben tratarse más de mil toneladas de químicos, entre ellos agentes altamente tóxicos como el gas sarín y el gas mostaza.

 

La eliminación de esas reservas es la segunda y última fase del plan diseñado por la OPAQ para desactivar la amenaza química en poder del gobierno de Bashar Al Asad.

 

El proceso se puso en marcha en septiembre después de que Damasco aceptase una propuesta negociada por Washington y Moscú con el fin de evitar a última hora una intervención internacional en respuesta al ataque químico registrado el 21 de agosto a las afueras de Damasco en contra de rebeldes, que buscan derrocar al gobierno de Al Asad, y de civiles, entre ellos decenas de niños.

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