Colima, México. Avanzada (09 enero de 2014).- Los casos de abandono de bebés recién nacidos en condiciones infrahumanas es cada vez más común de encontrar en los medios de comunicación; sin embargo, las conductas de las mujeres que llevan a cabo estos actos son producto de un “acto desesperado”.
Así lo consideró la especialista en psicología Yadira Hernández, quien señaló que no es un acto que involucre solo a mujeres, ya que también los hombres no afrontan las consecuencias de sus actos y se libran de la responsabilidad que tienen sobre sus hijos.
“La falta de orientación sexual que se debería brindar a los jóvenes y adolescentes, para así evitar embarazos no deseados, abortos o abandonarlos, e incluso el factor económico, es lo que conlleva a los padres a desligarse de ellos”.
Aunque señaló que cualesquiera que sean los motivos, en la actualidad se registra un desapego hacia el producto e incluso a escasas horas de haber nacido abandonan al bebé, “aquellas personas que pudieron dar vida a un ser inocente y sea capaz de desprenderse y dejarlo, deben de estar recurriendo a un acto desesperado y cargado de desorientación en todo sentido”.
A eso se agrega, indicó, que cada vez son más jóvenes las mujeres que llevan a cabo este tipo de actos, lo que podría justificarse como un acto de inmadurez e irresponsabilidad para no afrontar las consecuencias de sus actos.
Históricamente, dijo, muchas culturas han practicado el abandono de infantes. Aunque algunos niños pueden sobrevivir si son adoptados, este acto de desprendimiento se puede clasificar en maltrato psicológico, “no se puede juzgar a esas madres, habría que estar en su lugar para tratar de entender, hay mil razones que pueden llevar a ese acto desesperado”.
Indicó la especialista que no se es correcto hablar del “don de la maternidad” en un plano general en todas las mujeres, porque si bien la concepción social del rol de madre implica estereotipos formados dentro de la sociedad, el convertirse en la persona responsable de otro ser humano puede implicar temor y repulsión.
Además, si el entorno en el que vive se mezcla con otros factores como la violencia intrafamiliar, adicciones, pobreza, maltrato, entre otros, el hecho de tener un hijo complica su manera de subsistir.
Depresión postparto, factor subestimado.
¿Qué impulsa a una mujer que acaba de traer al mundo a un ser vivo, dañarlo hasta incluso causarle la muerte? Se le cuestionó a la especialista.
Hernández Lara señaló que cada caso es diferente, pero que en lo general la depresión postparto es un padecimiento que muchas veces es subestimado por la población en cuanto al tratamiento y atención de las mujeres.
Indicó que actualmente cerca de 20 por ciento de las mujeres mexicanas que tienen un bebé sufren depresión postparto. Pero pocas son las que lo confiesan por vergüenza de revelar sentimientos que, en teoría, una madre no debe tener.
No obstante, cualquier mujer que acaba de dar a luz puede padecer una depresión posparto sin causa aparente, y es debido al brusco descenso de las hormonas que experimenta el cuerpo tras el parto.
Las sensaciones contradictorias con el momento que vive la mujer como nueva mamá se mezclan, entre ellas la ansiedad, la tristeza, el cansancio y el nerviosismo, lo que puede romper el desarrollo del vínculo materno-filial, y afectar negativamente en el crecimiento del bebé recién nacido.
Los síntomas más comunes asociados con la depresión posparto son la tristeza, la irritabilidad, la fatiga, el insomnio, la pérdida de apetito y la ansiedad, además de que un embarazo no deseado o no planeado es otro de los factores de riesgo para experimentar este tipo de depresión.
Según datos de la secretaría de salud federal, cinco de cada seis mujeres que sufren depresión post parto no lo dicen, por lo que no pueden acceder a tratamiento adecuado. Además, en cifras del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) y del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE), actualmente cerca de 20 por ciento de las mujeres que tienen un bebé sufren este padecimiento.