**En el país se han dado diferentes incidentes en donde los elementos han disparado contra civiles, quitándoles la vida a algunos de ellos, cuando eran inocentes **Urgen a que regresen a sus cuarteles.
Colima, México (15 de enero de 2013).- La militarización en Colima es un riesgo para la población, “es un riesgo que los militares se hagan cargo de la seguridad pública, porque ésta es una cuestión preventiva y desde luego que hay un riesgo. Es verdad que están para proteger la soberanía y resguardar el orden, pero hacer funciones de seguridad pública como lo vimos en el sexenio pasado pone en riesgo a la población y se incrementan los actos de tortura”.
Así lo advierte el miembro de la asociación civil Promotores Ciudadanos en Defensa y Respeto de los Derechos Humanos (Proceder), Manuel Alexander Barreto Mendoza, quien cita que esto se comprueba con las estadísticas de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH): en seis años se incrementaron considerablemente los casos de tratos inhumanos, crueles y degradantes. Mientras en 2006 hubo 330 quejas, en 2010 se dieron 1,161 denuncias.
Deben de regresar los militares a los cuarteles, ello nos hablaría de que se restableció el orden, pondera el activista, “que el gobierno verdaderamente está cumpliendo con su función del estado de Derecho. Deben de retirarse los militares para que los policías preventivos hagan su función”.
“Este gobierno de Enrique Peña Nieto de nueva cuenta le está apostando a la militarización, a que el ejército continúe en las calles con el pretexto de que es necesario acabar con el crimen organizado. ¿Pero cómo va a terminar el gobierno con este tipo de acciones? —reflexiona—, si cada vez vemos más conflictos sociales, ahí está el caso de Michoacán, las autodefensas, que no se saben si son propiamente organizaciones de la sociedad, pero luego se cuestiona uno de dónde sale el armamento que es exclusivo del ejército”.
Los militares deben de estar en sus cuarteles y no patrullando las calles, insistió el defensor de los derechos humanos al recordar que en el país se han dado diferentes incidentes en donde los elementos han disparado contra civiles, quitándoles la vida a algunos de ellos, cuando eran inocentes.
Expone que la milicia está preparada para otro tipo de acciones, para el último escalón de la violencia, como la guerra, dice, “no para acciones preventivas”, porque además pareciera que sus acciones no son las de proteger a la sociedad, añade luego de que en el centro los ciudadanos se quejan de que incluso policías federales sólo se andan paseando por las calles.
Pese a ello, la llegada de federales y militares a Colima no representa la incompetitividad del gobierno estatal para restablecer el orden, refiere Alexander Barreto al argumentar que esta obligación recae más en el gobierno federal, “más que el gobierno estatal no pueda con la inseguridad, yo lo veo, y es una apreciación personal, que es una acción preventiva por lo que está sucediendo en Michoacán”.
El activista concluye que es importante que cada autoridad haga lo que le corresponda, por lo que se pronunció en contra de la militarización de Colima: “Felipe Calderón ya había metido a los militares a hacer acciones que no les competen y Peña Nieto está haciendo lo mismo, cuando se había comprometido a retirar al Ejército de las calles, y por el contrario vemos que hay más muertos. Ahí está el caso de Michoacán, nos habla de ciudadanos muertos, incluso una niña, y con balas de la Secretaría de la Defensa Nacional. De esos riesgos estamos hablando”.
Por lo menos una veintena de vehículos del Ejército Mexicano repleto de militares han circulado por diversas calles de la ciudad de Colima, principalmente por la calzada Galván, donde se encuentran las instalaciones de la 20/a zona militar. También en Manzanillo y Tecomán se reporta la presencia de los militares armados y viajando en sus vehículos con casas de campaña y artillería pesada.