Colima, México (05 de marzo de 2014).- Este miércoles el presidente Enrique Peña Nieto  firmó en Manzanillo los acuerdos para el aprovechamiento integral de recursos económicos en materia agropecuaria y sostuvo una reunión con diversas organizaciones de agroproductores del país, a quienes presentó el proyecto de Reforma al Campo; sin embargo el dirigente estatal del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), Vladimir Parra Barragán, considera que esta visita fue para “imponer la contrarreforma al campo”.

“Cuando EPN anuncia una ‘reforma para el campo’ no se puede dejar de preguntarse ¿qué más quieren los beneficiarios de los 30 años de privatización y libre comercio en la agricultura mexicana?; Peña vino a Manzanillo a imponer la contrarreforma al campo, despojando los derechos logrados desde la Revolución mexicana”, expone el líder de izquierda en un comunicado de prensa.

Agregó que no debemos olvidar que la situación del campo tiene su inicio con el actual modelo económico neoliberal que mediante reformas legales alientan a la privatización del campo, el cambio de régimen de propiedad, como la del artículo 27, que reglamentó la compra y venta de la tenencia de la tierra, impulsados por Salinas de Gortari.

Mantiene  que otro de los males ha sido imponer patrones de monocultivos extensivos, que para el caso de Colima las “modas” agrícolas oficiales han traído consecuencias terribles como el HBL para el limón actualmente, “como lo fue el en pasado el amarillento letal para las palmeras de cocos en los 70s  o peor aun el trágico fin de los campos de algodón en los 40s que terminó en desastre agrícola”.

Vladimir Parra considera en el documento que el presidente de México pretende perjudicar más al campo profundizando el modelo de libre importación, monopolios y dependencia agroalimentaria, reforzando la agricultura industrial/etapa transgénica de la revolución verde y de la dependencia de monopolios y del exterior, autorizando la producción masiva de la siembra comercial de maíz transgénico y otros cultivos genéticamente transformados (OGTs), así como contribuyendo al despojo y depredación de recursos naturales. 

Por lo anterior es importante rechazar “la contrarreforma al campo que beneficiará a los grandes agricultores. Despojando al campesino de sus tierras, haciendo más evidente la desigualdad”, añade Morena al pronunciarse por una verdadera reforma al campo la cual incluya precios justos en las cosechas y de seguridad a la comercialización de los mismos, “una política de Estado que garantice la autosuficiencia alimentaria con pequeños y medianos productores, con un nuevo modelo de producción sustentable de alimentos sanos, sin transgénicos y sin monopolios, respeto irrestricto al ejido y la comunidad”, concluye.

 

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