Esta semana ha dado el pistoletazo de salida a la temporada regular de fútbol virtual, algo que tiene importancia porque es seguramente la última en la que PES y FIFA ofrecerán sus mejores galas en consolas como Xbox 360 y Playstation 3. Ha sido una temporada de lo más interesante, con el juego de Konami arrancando como rey absoluto de los juegos de fútbol y pareciendo imbatible. En cambio, FIFA no había conseguido dar con la tecla y estaba dando tumbos con giros que no marcaban un camino lógico. Las tornas cambiaron per deméritos de unos y méritos de los otros, y con la saga de EA dominando las últimas temporadas, es el momento de empezar el último asalto en las consolas. Ambos títulos han apostado por novedades relevantes.

Por un lado, PES necesitaba renovarse y buscar algo que estuviera a la altura de la primera generación de consolas en alta definición. Después de explotar al máximo un motor arcaico que dio todo lo que tenía que dar en la pasada generación de consolas, el equipo de desarrollo japonés se lanzó a los brazos del nuevo Fox Engine de Hideo Kojima, diseñado para Metal Gear Solid 5 y del cual se ha hecho una adaptación para la saga de fútbol de Konami. Por el otro, FIFA parecía asentada en el éxito de los últimos años, pero la idea de mantenerse en lo alto de manera conservadora, con pocos cambios, no va con EA Sports. Han arriesgado con una propuesta que propone muchas más variantes que en otras transiciones anuales.

Ante esta situación, el partido parece ser distinto al que hemos visto en anteriores ocasiones. Mientras PES se ha convertido en una nueva promesa todavía por pulir y de la que se pueden esperar grandes cosas en un futuro no muy lejano, y FIFA no se ha conformado en ser lo que consiguió ser. Ambas propuestas ofrecen elementos interesantes sobre todo si pensamos a medio plazo, ya que cuando se implementen algunas mecánicas de manera perfecta estaremos ante gigantes. De momento, eso sí, nos toca poner cara a cara a PES 2014 y a FIFA 14. Esta es la batalla por el cetro del fútbol virtual.

Gráficos
Quien más margen de mejora tenía en este apartado seguramente era PES, que apostaba por un cambio total de imagen que ha quedado a medio camino de lo que podíamos esperar. El juego de Konami ha sufrido mucho para llegar dentro de los plazos previstos y no fallar a la cita clásica del mes de septiembre. Y esto se transmite en una falta evidente de muchas caras y recreaciones faciales y seguramente lo más preocupante: los jugadores que no se parecen están a años luz del jugador real. Hay una diferencia enorme entre los dos tipos de recreaciones. Los estadios siguen teniendo buenos efectos como en los campos sudamericanos con las bengalas, aunque es algo que no acaba de transmitirse mientras estamos jugando. De nuevo la variedad de cuerpos es un punto a favor en este juego.

FIFA, por su parte, ofrece una propuesta más sólida. El juego no ha evolucionado demasiado, pero a cambio se han añadido muchas nuevas recreaciones faciales. Cada vez son más los jugadores que se parecen a los de la vida real, algo que se agradece. Además, las recreaciones de los estadios son muy fieles teniendo en cuenta que tienen unos sesenta campos licenciados.  Por el contrario, momentos como las celebraciones o discusiones con los árbitros no son tan convincentes como cabría esperar. Ambos en todo caso ofrecen un buen acabado, seguramente FIFA algo más sólido en términos generales porque en lo que gráficos se refiere el riesgo no ha sido demasiado sobre una base ya conocida por todos.

Motor del juego
Más allá de la foto del juego, tenemos el motor: algo básico para que un juego de fútbol funcione. PES 14 apuesta fuerte con un derivado del Fox Engine para ofrecer un nuevo motor que proponga una nueva manera de hacer juegos de fútbol. El título de Konami ha ganado una gran cantidad de animaciones, dejando atrás esos movimientos robóticos que tanto se criticaron, esos disparos de puntera, esos torsos inmóviles y sin acompañar a las piernas del jugador de turno. Nuevo compendio de movimientos para hacer pases, correr, disparos (aunque hay algunos que no acaban de ser convincentes)  y se han mejorado los controles de tal manera que ya no hay sensación de las “ocho direcciones”. Además, el sistema de impactos ha mejorado y se ha apostado por el contacto como elemento vital. Las cargas con el hombro son constantes, así como los empujones o choques en el aire. Y están bien resueltas en la mayoría de los casos.

Por su lado, FIFA mantiene la base con la que se ha consolidado en los últimos años. Y la premisa de “todo lo que se ve en FIFA parece real” sigue presente,  aunque con matices. Por un lado tenemos cosas muy buenas: un compendio de animaciones totalmente renovadas y que amplían el espectro de posibilidades de los jugadores. Esto significa que podemos correr en trazados menos rectos y más irregulares, que podemos romper a los rivales con mayor precisión y que podemos ser más eficaces en defensa. Lo más destacado de FIFA 14 es el motor de impactos, algo que se pulió en la anterior entrega  y que se ha ampliado con los nuevos contactos: las cargas son mucho más eficaces y variadas, veremos saltos en los que un jugador apoyará su brazo encima del cuerpo del rival, como los defensas empujarán al delantero y este se medio doblará intentando seguir antes de perder el equilibrio… cada vez tiene menos fisuras, y el añadido del cubrir el balón destaca también por como el jugador busca el contacto con el rival.

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