Colima, México. Avanzada (12 de febrero de 2014) Los Ayuntamientos están consintiendo que en Colima se realicen actos de lenocinio o prostitución al otorgar licencias que permitan la operación de table dance, botaneros o zonas de tolerancia.
Así lo informó la abogada y defensora en Colima de los derechos de las mujeres, Adriana Ruiz Visfocri, quien explicó que la legislación establece que estarían permitiendo el lenocinio quienes otorguen las facilidades para que este delito pueda llevarse a cabo.
“Y en el caso de las licencias municipales se les está permitiendo a los establecimientos que tengan un local, un lugar donde ejercer la prostitución, donde ejercer el comercio carnal, y donde puedan anunciarse y eso es otorgar las facilidades”.
La abogada colimense explicó que el lenocinio es un grave problema social que se va recrudeciendo porque continuamente se están violentando los derechos humanos de la persona que lo padece.
“Los dueños de estos establecimientos o en el caso de la zona de tolerancia, están muy, entre comillas, legalmente establecidos porque tienen licencia municipal o estatal para operar”.
Sentenció que la autoridad municipal está otorgando las facilidades para que se ejerza la prostitución, “y en este caso la autoridad desde mi punto de vista, sí está haciendo un tipo de lenocinio porque al otorgar licencias para que funcionen los llamados giros negros, o la zona roja está tolerando que se puedan llevar a cabo estos delitos”.
Ruiz Visfocri sentenció que “en un punto de vista estricto, hasta los medios de comunicación que anuncian casa de masajes podrían estar cometiendo un tipo de lenocinio porque están anunciado estos lugares donde es de sobra conocido que se ejerce la prostitución”.
La abogada afirmó que la obligación de la autoridad no es informar que tiene regulados estos espacios: “La autoridad está facilitando que haya un lugar donde las personas puedan de manera voluntaria o muchas veces forzada, ejercer la prostitución pero esto se grava cuando en esos lugares hay menores de edad involucrados”.
En términos generales, el lenocinio tiene su esencia en el acto de mediar, entre dos o más personas, a fin de que una de ellas facilite la utilización de su cuerpo para actividades lascivas, destacando la obtención de algún beneficio en el proxeneta.