Seguimos perdiendo nuestros mejores hombres. La inteligencia parece ir desapareciendo del país:

 

En nefasto cataclismo,

nos quedamos sin Don Luis;

y en el futuro infeliz,

sólo nos queda el priísmo.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *