**Colima ocupó en el 2011 el primer lugar nacional en la tasa de incidencia de acoso escolar, desde entonces se han hecho esfuerzos por combatirlo, pero el problema “está creciendo”, reconoce Julio Magaña.
Colima, México (10 de marzo de 2014).- Con 8 años de edad, Pablo tuvo que ser cambiado nuevamente de escuela. En esta ocasión el motivo no fue la situación de un año antes, cuando su familia llegó a Tecomán y lo inscribieron en una primaria de la periferia. Ahora el problema fue que el menor era agredido por sus compañeros. Algunas veces llegó a casa con moretones y sangrando, pero hoy, al cambiar por segunda vez de escuela, ya está más tranquilo.
Como Pablo -a quien llamamos así para proteger su identidad-, miles de niños sufren acoso escolar en la entidad. Según el presidente de la Asociación Estatal de Padres de Familia, Julio Magaña Cervantes, aproximadamente el 80 por ciento de los escolares se ven involucrados en este fenómeno, algunos como víctimas, otros como victimarios y muchos más como observadores.
El problema es tan grave que puede llevar al suicidio de quienes lo padecen. Aunque en Colima no se tiene registro de un desenlace de este tipo, la titular del Sistema Nacional DIF, Laura Vargas Carrillo, mencionó en un foro celebrado en el Distrito Federal que nuestro estado pertenece a la región donde más brutalmente se presenta el bullying, en donde uno de cada seis menores llega al suicidio motivado por el acoso que padece.
MENORES INVOLUCRADOS
El acoso escolar en el país ha llegado a tal nivel que incluso los niños de primaria “han creado grupos para agredir físicamente a sus pares, llegan a cobrar derecho de piso, amenazan para que otros roben por ellos, generan chismes para humillar a sus compañeros y hasta realizan registros de los hurtos”, reveló Brenda Mendoza González, académica de la Universidad Autónoma de Estado de México (UAEM), según publicó La Jornada el mes pasado.
Por su parte, Julio Magaña destacó que no hay cifras reales de menores de edad acosados en las escuelas: “Lo preocupante es que se dice que más del 60 por ciento de los niños son víctima, y eso es lamentable, porque si nos vamos a lo que es la teoría y lo que los estudiosos del fenómeno dicen, es que para que se caracterice como bullying, tiene que ser una agresión permanente y tienen que participar por lo menos cuatro o más personas como testigos, que pueden ser pasivos ante la agresión o pueden sumarse a ella”.
“De ahí que podemos hablar que si hay un 60 por ciento de agredidos, podemos decir que por lo menos el 80 por ciento de los niños podrían estar formando parte del problema, no sólo como víctimas, también como agresores o cómplices de la agresión”, advirtió el presidente de la Asociación Estatal de Padres de Familia en Colima al lamentar que algunas veces los progenitores no asuman su responsabilidad.
CRECE EL FENÓMENO EN COLIMA
Tras confirmar que cada vez más niños y niñas son víctimas de bullying, Magaña Cervantes expuso que se pretenden llevar a cabo talleres para identificar el origen del problema, “no sólo ser reactivos y esperar a que el niño esté cometiendo el error y buscar la forma de sancionarlo.
“Tenemos que buscar la forma de ir a la raíz”, insistió al citar que dentro de las fórmulas de un psicólogo del Distrito Federal de apellido Arellano, se plantea que el origen del problema es la mala educación emocional que generalmente surge en casa y se refuerza en las escuelas, por lo que el objetivo del taller es el devolverle a los niños la alegría de estar vivos y relacionarse con sus semejantes.
Mencionó que en otros estados hay modelos de mediación y buscan que Colima genere su propio modelo de acuerdo a la realidad de la entidad. “Esto nos tiene que ocupar en la búsqueda de soluciones y que los padres vayamos viendo que si no somos parte de la solución seguiremos siendo parte del problema”.
SIMULACIÓN DE COMBATE
A principios de enero de este año los legisladores en Colima decidieron otorgarle al Ejecutivo estatal, en el artículo 16 de la Ley General de Educación, “la facultad para prevenir, atender y erradicar cualquier forma de maltrato físico y/o psicológico entre y hacia los estudiantes”, pero no dejaron propuestas legales.
Colima ocupó en el 2011 el primer lugar nacional en la tasa de incidencia de acoso escolar, ello llevó a tomar otras medidas. Los diputados locales optaron por realizar una serie de adiciones a la Ley General de Educación del Estado y desecharon la propuesta de crear una Ley Estatal, en la cual se establecerían protocolos para atender el bullying.
En estas modificaciones aprobadas este año no se establecieron mecanismos o protocolos específicos para inhibir o erradicar el fenómeno del acoso escolar. De igual forma, se señaló que la violencia escolar, en sus modalidades física, verbal o psicológica, sexual o cibernética, deberá considerarse como indisciplina, pero no se especificaron las acciones que se tendrán que seguir para atender a las víctimas de acoso escolar y a los agresores.
–El problema de acoso escolar lleva varios años ¿Falta algún programa específico?
–El fenómeno está creciendo y hace falta hacer algo -respondió Julio Magaña Cervantes-. Si seguimos haciendo lo mismo esperando encontrar resultados diferentes estaremos equivocados. Tenemos que seguirle apostando a nuevas experiencias exitosas.
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