**Ante la declaración del alcalde Alejandro Mancilla, quien advirtió que no hay suficiente equipo de seguridad municipal y el Ejército ha rechazado la petición de apoyo, el defensor de los derechos humanos, Efraín Naranjo, se dice sorprendido de las declaraciones, sobre todo de que “donde hay minas hay malandros”, y pide una explicación a las autoridades.
Colima, México (28 de marzo de 2014).- Si no hay suficientes policías y patrullas en Minatilán y el Ejército no ha querido apoyar al Ayuntamiento, como lo denunció el presidente municipal Cicerón Alejandro Mancilla González ¿En manos de quién está la seguridad de los minatitlenses? cuestiona el presidente del Comité de Derechos Humanos No Gubernamental (CDHNG), Efraín Naranjo Campos, al advertir que la sociedad está desprotegida.
Es por eso que los habitantes de las 22 comunidades y la cabecera municipal deben de exigir a los gobiernos que su protección sea garantizada. Antes de que se conformen los llamados grupos de autodefensa, los ciudadanos deben de pedirle al gobierno que responda y éste tiene que ofrecerles seguridad, sostiene el activista, “porque de lo contrario sí obligan a la gente a defenderse por su propia cuenta, pero primero deben de exigir que haya seguridad”.
El defensor de los derechos humanos mantiene que el que se organice la gente representaría una derrota, una desaparición fáctica del Estado de Derecho. Es decir, si las instituciones que formalmente la Constitución prevé no están funcionando, si las instituciones que deberían defender a la gente no lo hacen y la gente no se siente ni se ve defendida por esas instituciones; a veces no le queda otra más que el recurso legítimo de defenderse a sí misma, a sus familiares y bienes.
Aunque considera se tendría que analizar bien el surgimiento de las autodefensas, reconoce que el defenderse es un derecho que tiene la ciudadanía cuando cuenta con un gobierno omiso y cómplice de la delincuencia, que hace negocios redondos, tanto esa gente de gobierno como los delincuentes.
Sin embargo Naranjo Cortés dice desconocer lo que afirmó el alcalde Alejandro Mancilla, que en “donde hay mina hay malandros”, porque él se crió en Minatitlán y nunca se percató de esta situación, a pesar de que desde décadas atrás el municipio ha sido reconocido por sus minas, “de ahí su nombre”.
Pero coincide con el presidente priista en el sentido de que cada vez hay más gente de fuera en ese territorio y que la inseguridad ha aumentado considerablemente. Efraín Naranjo, quien constantemente visita a gente de comunidades rurales y poblados alejados en el estado, advierte que hay una sociedad molesta, pero también hay otra parte que es cómplice, dice, porque no denuncia, “calla, sabe lo que sucede, lo ve, le constan los hechos y pareciera que reacciona hasta cuando ya le llegó el agua a los zapatos, es ahí cuando sólo comienza a protestar”.
EXIGENCIA A GOBIERNO FEDERAL
Lo que es una realidad es que la inseguridad ha llegado hasta Minatitlán, sostiene el activista al citar el reciente asesinato del rehén Heriberto Serratos Andrade, de 44 años; y de otro cometido contra Rubén Figueroa hace más de tres semanas, un adulto mayor que sufrió un ataque por parte de encapuchados y finalmente murió en el hospital.
Por otro lado Naranjo Cortés se dice sorprendido porque Alejandro Mancilla haya declarado que “donde hay minas y dinero hay malandros”, porque él vivió ahí desde niño y nunca se percató de esta situación, aunque acepta que en últimas fechas ha habido un incremento considerable de personas foráneas.
“Todo el tiempo ha habido minas, pero ha habido una fiebre voraz de empresarios mineros que seguramente han metido gente de ésa que él (Alejandro Mancilla) dice que hay. Y si se está dando eso la realidad le está dando la razón al presidente. Yo no sabía que hubiera las personas esas que él dice que hay. El término ni siquiera me atrevería a decirlo, pero es gente que presuntamente delinque, pero yo presumía que Minatitlán estaba seguro”.
Además, recuerda que la misma familia del alcalde priista tiene minas, “al menos se dice que Horacio Mancilla -expresidente de Minatitlán-, y no estamos diciendo que sea algo indebido, pero sí es importante que proteja la naturaleza, que genere empleo pero bien planeados, que sean sustentables, que no deforesten; pero yo sé que esa actividad conlleva el deterioro del medio ambiente”.
El presidente del Comité de Derechos Humanos No Gubernamental refiere que el asunto es que en Minatitlán la Profepa canceló algunas minas, “si eso sucede, quiere decir que ha habido ilegalidades, han sido minas irregulares que han venido aprovechándose de esa fiebre por el hierro que hay que mandar a China, y que ha venido ocasionando eso, pero está claro que también esos permisos no los da el gobierno municipal ni estatal, son autoridades federales en todo caso las que están permitiendo eso”.
Por lo anterior exige a las dependencias del gobierno federal, como Semarnat, Profepa, Secretaría de Economía, que son las que autorizan las minas; dar una explicación de lo que está sucediendo en el municipio minero, y añade que el gobernador Mario Anguiano está obligado a velar por la seguridad de todos los colimenses, de tal forma que él pudiera hacer un llamado al gobierno federal para que sea eficaz y eficiente en todos sus trámites y todo lo que se haga de explotación de minerales y demás sea rigurosamente cuidado, concluyó Efraín Naranjo.