Como cada año suceden por estas fechas dos cosas: Una, la enorme cantidad de ciudadanos que dejan para última hora el pago del holograma vehicular y de otros servicios, ello ante la llegada de la fecha del 31 de marzo como límite para descuentos y subsidios; y dos el anuncio que hacen de última hora los diputados para dar una prórroga y hacer que la fecha se estire unas semanas más. Lo anterior es para que les de gusto a los que no alcanzaron a ir el día 31 o que por falta de dinero ni lo intentaron o en otros casos que ni se acordaron. 

El anuncio de que se votó de manera unánime el corrimiento de esa fecha sirvió para que algunos se alegraran y por otro lado, los que perdieron todo el día haciendo enormes filas, hasta se las hayan refrescado a los diputados por hacerlo hasta el día primero. Como quiera que sea es bienvenida la propuesta aprobada para la llamada prórroga.

Pasando a otras cosas de nuestro sistema, el cambio del nombre en un tramo de la avenida del tercer anillo J. Manuel Cloutier ahora paseo Miguel de la Madrid causa molestias fundadas a los que viven en ese “paseo” así como los que tienen ahí sus negocios, sus empresas; imagine usted tener que cambiar papelería de tu negocio para que tus clientes, proveedores, cobradores, distribuidores y demás etcéteras te localicen, eso en lo que se refiere a cosas no oficiales, pero a eso agréguele domicilio fiscal, recibos de predial, agua potable, recibo de teléfono, de la luz, licencia de manejo, pasaporte,  credencial del IFE, entre otras, y todo esto ¿Por qué? Pues solamente porque el cabildo en turno así lo decide, ese tramo ya se ha llamado de tres maneras diferentes desde Fernando Moreno Peña, Cloutier y ahora Miguel de la Madrid. 

No se necesita ser muy observador para darse cuenta que el nombre en mención depende del partido que gobierna y pues Villa de Álvarez se caracteriza por ser uno de los municipios en donde se da con mayor frecuencia la alternancia de partidos políticos en ese gobierno, así es de que amigos villalvarenses de ese tramo, mi más sentido pésame por todo lo que tienen que sufrir en los siguientes meses.

Y ya hablando de terquedades, a cada rato escuchamos que nuestro estado es electrónico, que somos un gobierno electrónico porque muchas de las cosas se hacen mediante computadoras y programas en los que somos únicos, pero para medir la velocidad de los vehículos y poder infraccionarlos por exceso de esta, lo hacen con el “tanteómetro” todos los agentes de la dirección de tránsito y vialidad o al menos los de la ciudad capital. En días pasados, unos minutos después de las 12 de la noche, fui detenido por una patrulla de la dirección en mención, el motivo a decir del agente que por cierto no se identificó, fue por exceso de velocidad. 

Mencionó yo venía a 70 km por hora en una zona de 50. Le pedí que me mostrara el radar o aparato similar en el que me marcara lo que él estaba afirmando, me dijo que no lo tenía, que de hecho ningún agente manejaba eso, por lo que le pedí entonces que me permitiera continuar mi camino ya que estaba bastante cansado y que yo no estaba dispuesto a ser infraccionado con el “tanteómetro” cosa que al parecer fue lo que le causó molestia y me exigió que le mostrara los documentos de la camioneta y míos.

Lo primero que hizo fue verificar que las placas del vehículo coincidiera con lo que dice la tarjeta de circulación, lo cual es correcto; le di mi credencial de elector y la licencia, lo primero que hizo, en lugar de verificar que ambos documentos pertenecieran a un servidor, con la lámpara se le fue a la fecha de vencimiento de la licencia y hasta se le iluminó el rostro cuando me dijo “de aquí, mira, traes tu licencia vencida” me acerqué y lo acepté, dado que no me había percatado de ello y entonces con un aire triunfal me dijo “¿Sabes que el reglamento me faculta para quitarte la camioneta en este momento?” desconozco si lo que él quería era que yo le ofreciera dinero, cosa que jamás he acostumbrado, por lo que le dije, que estaba bien que se la llevara, solo que ocupaba que tomara nota de las cosas de valor que traigo ahí, sobre todo en lo referente al equipo de sonido y unos faros, y que no quería que me la regresaran “destartalada” al estilo Chucho Orozco. 

Se me quedó viendo con coraje y me dijo al tiempo que me regresaba los documentos “vete, vete, pero de todos modos más adelante nos vamos a encontrar” yo le dije que si lo tomaba como amenaza, ya no respondió y se fue. Claro está que con esa “advertencia” lo único que pasó que casi al otro día ya tenía yo mi nueva licencia. Reconozco que traía un documento vencido, el motivo por el que me detuvo, no.

Seguramente dentro de unas horas conoceremos el nombre del nuevo líder del SNTE sección VI, ya que se estarán iniciando los trabajos del Congreso, del resto del Comité, los nombres ya los sabemos y no porque seamos adivinos, tienen 20 años siendo los mismos, solo los revuelven para que se muevan de una comisión a la otra y como dijo don Peperoni ¡Listo!

Hasta la próxima en más cosas de nuestro sistema.

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