31 de Marzo 2014.- ¿Cómo buscamos pareja en esta época? Al parecer nos hemos creído la idea de que el amor se busca, se encuentra y cada día hemos dejado más de creer que el amor se construye. El contexto de estrés laboral, competitividad y obsesión por el éxito han complicado el primitivo ritual del cortejo en toda una disciplina alrededor de la cual surgen multitud de opciones y cursos de perfeccionamiento, partiendo del planteamiento de que ligar es una sofisticada técnica.
La gente piensa que el amor llega, pero no es así. Es una habilidad. Mucha gente trabaja mucho pero no dedica tiempo a las citas. Y las citas son un músculo que hay que entrenar. En muchos lugares como Nueva York y México las citas han acabado siendo como una competición deportiva en donde se requiere un entrenador personal, si alguien vio la película de “Hitch, especialista en seducción” saben de lo que hablo, para los que no hay personas dedicadas a perfeccionar tus citas por medio de métodos clásicos fusionados con la tecnología actual.
Las citas siempre son complicadas y tienden a ser hitos importantes dentro del historial amoroso de las parejas, para bien o para mal. Un primer encuentro puede resultar fatal no por la falta de interés, sino que por ideas preconcebidas que no siempre son acordes a la realidad. Las aplicaciones para dispositivos móviles para conocer gente e iniciar relaciones amorosas están de moda. Existe una gran variedad de ellas que permite conocer gente soltera cerca o subir fotos y elegir con quién salir. Hacer check-in es, en la actualidad un hábito que ha ido de lo raro a lo habitual, pasando por lo molesto. Sin embargo, no se puede negar que es una práctica al alcance de cualquier usuario de un dispositivo móvil. No obstante, ahora, además de poder registrar visitas a restaurantes, bares y museos, entre otros sitios, una nueva aplicación permite incluir los lugares en los que las personas acaban de tener un encuentro sexual.
Para aquellos fanáticos de llevar un minucioso registro digital de sus actividades diarias llega la aplicación llamada “I just made love” (Acabo de hacer el amor), la cual se encarga de antologar los encuentros sexuales, archivando en su base de datos los lugares y las impresiones de tal cita, además de tener la posibilidad de enterarse de los detalles de la vida sexual de otros usuarios.
La aplicación consiste en decir por medio de símbolos el sexo de tu acompañante, las posturas utilizadas y otro tipo de detalles del encuentro, como si este fue realizado al aire libre o en un lugar en específico; desde un hogar hasta un hotel, pasando por un vehículo. Así mismo, permite agregar otros detalles tales como el uso preservativo u otros métodos de protección.
En el lado opuesto, hay quien apuesta al ‘speed dating’: toda una audición sentimental de unos minutos con cada candidato en una batería de alrededor de una docena. ‘NY Minute Dating’ es el más popular y se centra en ‘mujeres y hombres muy ocupados’ que optimizan su escaso tiempo para ligar.
También se puede buscar a la media naranja compartiendo ejercicio físico: como yoga o excursiones al aire libre para homosexuales jugando con la idea de lo sano que es salir (del armario) en ‘Out is good’, o incluso las fiestas que usan el título de la serie ‘Rescue Me’ (Rescátame) para cumplir la fantasía de ligarse a un bombero. No faltan combinaciones.
El consabido ‘braguetazo’, toda una fantasía neoyorquina, se organiza en los encuentros ‘Millionaire Matchmaker’, para homosexuales, y Seekingarrangement.com, para heterosexuales.
Y como una entrevista de trabajo se articula la exitosa red social OK Cupid, ahora mismo la página líder de contactos en Estados Unidos. Se requiere un cuestionario previo de un centenar de preguntas y pasar por los protocolos clásicos de la cita ‘made in USA’: cenar y conversar en la primera cita, pero como mucho un beso; un segundo encuentro para confirmar las impresiones y a la tercera, si acudes, más vale no hacerte el estrecho o la estrecha.
Pero aún hay más: en la jerarquía de la cita, no es lo mismo quedar un lunes que un jueves. Las ‘dates’ son territorio de los días de semana, pero cuanto más cerca esté del viernes, más interés denota el encuentro.
Con toda esta carrera de obstáculos que es encontrar a la mujer o al hombre ideal y a la vez atender a las tiranías de lo ‘cool’ y lo efímero, cabría pensar en acudir al mundo del sexo por el sexo… pero no. También está regulado por las normas. Las orgías, epítome del desenfreno, no solo son de pago, sino que están organizadas por páginas como Chemistry-nyc.com, en el caso heterosexual (pero restringen el acceso a hombres solteros); Mythpartynyc.com, en la opción bisexual.
En el caso homosexual las opciones se multiplican y hasta hay un blog que las comenta y las compara como si fuera una revista de una organización de consumidores. Pero hay que leer las condiciones, encajar en el perfil de edad, tipo de cuerpo, cuenta corriente, raza o incluso tipo de práctica sexual… También hace falta una invitación y horas después confirman si se ha sido aceptado, y a la mayoría hay que acudir con documento de identificación.
Y es que como decía Sarah Jessica Parker en ‘Sex and the City’: “La gente va a las citas a ciegas como si fuera a los casinos, esperando que les toque el bingo. Pero la mayoría acaba arruinada y sola en la barra de un bar”.
Y recuerda, siempre recuerda…¡Y vivieron felices por siempre!, no solo depende de ti, las relaciones SIEMPRE serán de dos.
Dudas y comentarios escríbeme a:
[email protected] o búscame en Facebook: Christiamm K-brera Y sígueme en Twitter: @Christiammm