**”Uno entiende que es difícil porque la parte educativa es compleja, las políticas educativas van cambiando cada sexenio, pero sí pudieran integrarse a través de los USAER”, adelanta la directora del Instituto Down de Colima, Jeanette Alcántar.
Colima, México. Avanzada (16 de abril de 2014).- Es importante modificar la curricula de educación para que las niñas y niños con síndrome Down puedan ingresar a las escuelas regulares, sugiere Nadia Jeanette Alcántar Quintero, directora del Instituto Down de Colima, IAP; al considerar que podrían ser integrados a través de los USAER (Unidad de Servicios de Apoyo a la Educación Regular).
En entrevista con Avanzada, mantiene que aunque hay mayor avance y apertura a convivir con estas personas -tanto desde la familia como de la sociedad-, aún no se ha logrado la inclusión social porque todavía existen instituciones que trabajan para las personas con este problema, cuando “lo ideal sería que estuvieran integradas a las escuelas regulares, que no existieran centros especializados en los cuales se atendieran”.
EL PRIMER PASO
¿Pero podría un niño con síndrome Down estar en una escuela regular? Alcántar Quintero responde que lo ideal sería que la parte de la curricula en las escuelas pudiera modificarse para que las personas con discapacidad intelectual puedan ingresar.
Hay que dar el primer paso para que el resto de los estudiantes empiecen a aceptar a estos alumnos, agrega, acabar con el estigma de que podrían atrasar la enseñanza de los compañeros. “Se puede, uno entiende que es difícil porque la parte educativa es compleja, las políticas educativas van cambiando cada sexenio, pero sí pudieran integrarse a través de los USAER (Unidad de Servicios de Apoyo a la Educación Regular) el trabajo de las personas con discapacidad”.
Expone que de los alumnos que hay en el Instituto Down hay una alumna que está asistiendo a una escuela regular por la tarde, va en tercero de primaria y es un trabajo muy arduo el que realiza la madre.
Sobre si estas personas podrían continuar sus estudios hasta el nivel profesional, la directora refiere que las personas con síndrome Down tienen una afectación en el área cognitiva, es decir, el aprendizaje es distinto al que tienen las personas comunes, su nivel de comprensión es leve en relación con otro adulto de la misma edad.
Explica que hay tres tipos de síndrome Down, el menos agresivo, que es el tipo mosaico, son los alumnos que en algunas células tienen síndrome y en otras no; su proceso de aprendizaje es mucho más elevado que un Down puro, pero es muy complicado y difícil que con Down pueda culminar una carrera. No obstante hay casos en España donde estas personas han terminado una carrera en la parte social, pero su grado de afectación cognitiva es leve.
En Colima sugiere que se les capacite para un oficio o un trabajo, más que una profesión. “Hemos tenido el intento de una inserción laboral en el colegio Campo Verde con uno de nuestros alumnos, nuestro alumno duró tres años como maestro auxiliar de la maestra de arte. Óscar regresó al Instituto Down porque tiene problemas auditivos, pero estamos en el proceso de capacitación”, refiere Nadia Jeanette Alcántar.
AVANCES PAULATINOS
Estamos avanzando con respecto a la aceptación, continúa, la gente está reconociendo poco a poco las diferencias y sacando a los niños adelante. Hace tres décadas se veía que los padres de familia tenían a los alumnos aislados, en casa, únicamente convivían con mamá, papá y hermanos, era un núcleo muy pequeño el que estaba en contacto con las personas con Down.
Sin embargo, en la actualidad, a partir de las investigaciones y la información a través de los medios electrónicos, se sabe que es muy importante que las personas con Down puedan desarrollarse en un campo mucho más amplio que el que tenían antes, es importante que asistan a una estimulación temprana, que lleven terapias de lenguaje, rehabilitación física, que puedan estar socializando con otras personas para quitar el mito de que son agresivos.
Una persona con down es agresiva si durante todo su aprendizaje ha estado acostumbrado a recibir malos tratos, golpes, pondera Nadia Jeanette Alcántar Quintero, “en cambio si es tratada con dignidad, respeto y amor, eso es lo que va a dar. La educación es la misma que uno como padre de familia le daría a uno que no tiene el síndrome, aquí la diferencia es que las personas con Down su memoria es a corto plazo, hay que estar reforzando nuevos aprendizajes para que no se les olvide”.
“Los Down tienen la característica de retener las cosas negativas, si las reprimimos constantemente, si le dejamos una marca, el recuerdo va a estar presente como si fuera el día de ayer y va a poder identificar a su agresor, a quien le haya pegado por ejemplo; de ahí la importancia de educarlos con cariño y amor”, concluye la directora del Instituto Down de Colima.
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