El problema creció y creció y ahora no hay quien lo pare. Las movilizaciones de un buen sector de trabajadores de la educación han provocado caos vial en muchas de las arterias del Distrito Federal y valle de México, además de los contratiempos en las Cámaras Alta y Baja, hablando del Poder Legislativo; el objetivo: evitar que se aprueben las leyes secundarias que se desprenden de la modificación que se le hizo al artículo tercero de nuestra Carta Magna, sobre todo la que se refiere a la creación del Instituto de Evaluación. 

El papel que han jugado los medios de comunicación no es menor, le han dado un seguimiento a la noticia mostrando, claro, siempre la parte en la que los ciudadanos repudian estas acciones, siempre muestran la cuestión de hechos físicos, dejando de lado lo que se refiere a lo ideológico, el por qué de las acciones; entrevistan en el estudio solo a los que piensan igual que ellos, no dejan que haya la posibilidad de un contraste en opiniones para que el ciudadano pueda tener los elementos que le permitan emitir un juicio al escuchar a las dos partes, pero como ya es su costumbre de estos medios de comunicación gobiernistas, no hay espacio para las voces disidentes.

Lo peor de todo esto, es que logran su objetivo en una buena parte de la sociedad y hacen que sin conocer las causas a fondo, repudien al movimiento, a la clase magisterial. Hace unos días en una reunión de amigos salió el tema, lo inició un compa, al cual conozco desde hace más de 20 años y es taxista de oficio y desde hace 4 años tiene con justicia su concesión. Su edad es de más de 60 años y empezó a decir que eran chin… lo que estaban haciendo los profesores con tantas marchas y plantones. 

Hasta ahí me limité a escuchar pero no pasó mucho rato para que me dijera que tanto silencio me hacía cómplice, yo le dije, vamos viendo mi gordo, tú ya tienes tu permiso de taxi, es tuya la concesión, te costó más de 25 años de trabajo, ¿o no es así? De inmediato dijo que sí. Continué diciéndole ¿Qué te parecería que de repente algún diputado proponga una nueva Ley que diga que te harán varios exámenes como taxista y en caso de que no los pases te quitarán tu derecho? ¿Qué harías ya a tu edad sin el oficio y el derecho de tu taxi? Se puso rojo y le dije, pero eso no es todo, imagina que la radio y la tele, con recursos del gobierno a cada rato esté diciéndole a la gente que si no les gustaría tener taxistas más jóvenes, atractivos, preparados, etc. pues claro que la gente a tanto y tanto oír lo mismo dirá que sí, que son mejores los que aún ni siquiera llegan ¿No te darían ganas de organizarte con tus compañeros y pedirle a los diputados que no aprueben esa nueva Ley? Ante los oídos sordos de los legisladores ¿No harían movilizaciones para pedir y exigir lo que es tuyo y evitar una injusticia? Dijo rápidamente “Pues claro que sí” yo le dije, pues de seguro la gente los repudiaría a ustedes porque ya estarían muy bombardeados por la publicidad y el exceso de noticias de un solo lado, es decir por la gente mal informada, pues eso es lo que sucede con los compañeros maestros, están defendiendo sus derechos, su trabajo, la fuente de ingreso con la que vive él y su familia, lo que intenta hacer el gobierno no es cosa menor. Después de unas risillas de su parte, dijo, que lo malo de no estar bien informado es que terminas odiando a todos ellos, sin preguntar el porqué, sin conocer a fondo las causas. 

Si tuviéramos apertura en los medios de comunicación para todas las voces, la formación de los ciudadanos sería otra, otra sería su visión, su forma de entender las cosas. De todo este movimiento, lo único que sigo sin entender es la actitud del PRD  a nivel nacional.

Pasando a otras cosas de nuestro sistema, en el ámbito local, me dio gusto ver cómo algunos ayuntamientos y el gobierno del estado, incluyendo al Congreso, hicieron una serie de actividades para festejar a las personas de la tercera edad y hacerlos sentir como lo que son: personas muy importantes. Pude estar en el de Cuauhtémoc y ver la participación de grupos de casi todas las comunidades con poesías, pensamientos, contando chistes, bailables, unas exposiciones de sus manualidades y por supuesto el convivio al final. 

La energía y la alegría de estas personas contagian, dejan de lado las dificultades que en ocasiones se tienen para caminar, ahí se olvidan de todo y a muchos nos dan clases del cómo se deben hacer cosas que a veces es difícil creer que se puedan hacer a su edad. Felicito a las autoridades que lo hicieron, pero sobre todo, felicito a todas las personas que participaron, sobre todo a las mujeres, porque hay que reconocer, que los hombres, para estas actividades son muy apáticos y solo vimos a unos cuantos.

Hasta la próxima en más cosas de nuestro sistema.

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