Colima, México.- Debido a que en Colima la basura no está siendo procesada o reutilizada, el estado está perdiendo anualmente 377 millones y medio de pesos, concluyó la empresa Consultores en Administración y Políticas Públicas (Capp), luego de realizar una investigación al respecto.
Abel Palomera Meza, director de Capp, detalla que el reciclado de la basura conforma una economía que está siendo desaprovechada completamente, que podría estar dando empleo a muchos colimenses, generando utilidades para empresarios de Colima, que a su vez estarían pagando impuestos para los gobiernos municipales.
Estos poco más de 377 millones de pesos, explicó, se obtuvieron a través de un cálculo que tomó en cuenta el tipo de basura que hay en Colima; esto es, en qué porcentaje es orgánica o inorgánica. Así, mientras  que la primera puede ir a la tierra y servir para generar fertilizante o composta, la segunda se puede utilizar para  llevar a cabo otros procesos, o producir materiales o productos, de manera que: “Encontramos que más del 50 por ciento de la basura de Colima es orgánica, pero de materiales como papel, cartón y plástico se encuentra hasta 36.8 por ciento”.
Es decir que por cada kilo de basura que alguien saca de su casa, el 50 por ciento se compone por cáscaras de plátano, huesos de manzana, restos de comida; pero de papel, cartón, plásticos y otros materiales hay hasta 400 gramos que son reutilizables, y otro 10.9 por ciento son desechos de  vidrio, aluminio, textiles y otros metales, completamente reciclables también.
“Esta clasificación en cuanto al tipo de basura en Colima era importante para saber el potencial económico”.  A partir de ahí se encontraron los precios de los materiales y se multiplicaron en función del número de toneladas anuales y de ahí se originó el resultado millonario de lo que se está perdiendo porque no hay reciclaje en la entidad.
Abel Palomera Meza indicó que el mayor potencial  económico se encuentra en metales que no son ferrosos, como el aluminio y el cobre; el segundo, en los plásticos por la cantidad que se produce y el precio que tiene, seguido por el aluminio, las latas de basura, los restos de infraestructura de las casas o edificios, el metal ferroso, el papel, el cartón y el vidrio.
“Es decir, son específicamente cinco los materiales que surgen de la basura de Colima, que pueden ser aprovechados económicamente”.

CAMBIO DE VISIÓN
Una parte importante del Breviario de Política Pública No 25, “Oportunidades económicas de gestionar la basura en el estado de Colima”, en términos de este proyecto y conclusiones, es que la gente tendría que cambiar su forma de pensar sobre la basura, expone el director de Capp. Normalmente la basura o los desechos de casa, oficina o cualquier lugar son tomados como algo que no sirve, no se puede usar, “como algo negativo”.
Y es precisamente la intención del breviario que la gente cambie su forma de concebir la basura, que la vea como un bien económico, como si fuese a obtener algo positivo, “eso es importante en términos de que se generen nuevas economías”.
En Colima, abunda, tenemos las economías de cualquier sociedad: “Servicios, manufactura, agricultura y se acabó”. En ese sentido,  si se gestionara la basura se crearía una economía completamente nueva, que no muchas sociedades en el mundo tienen, “y por lo tanto estaría creando bienestar público de algo que ya tenemos con nosotros todo el tiempo, pero que no sabemos cómo manejarlo y que está restringida” por una forma equivocada de pensar.
Otra conclusión importante, agrega, es que la basura puede ser utilizada no solo a nivel macro, es decir de empresas que se instalen a procesar, también se puede hacer algo a nivel micro; es decir, por ejemplo: “Si en una casa comienzan a gestionar ellos mismos su basura para poder venderla, lo que tenemos es que en esa casa podría ganar cada persona en promedio 50 pesos al mes”, pero en cambio actualmente es dinero que se está tirando. 
Cada persona está tirando 50 pesos al mes en la basura que deposita para que se lo lleve el camión, “entonces si lo que tenemos es que cada familia está integrada por cuatro personas, en cada hogar del estado de Colima se desperdician 200 pesos mensuales por no utilizar su basura”.

NEGOCIO REDITUABLE
Pero si a nivel micro no funciona, a nivel macro podría haber un beneficio mayor, al crearse una economía de escala; es decir, al juntar demasiada basura que puede ser procesada, por lo tanto los materiales se reúnen en cantidades importantes.
Hay dos posibles modalidades: la primera es que si los ayuntamientos de los 10 municipios se dedicaran a crear el proceso mediante el cual pudiesen reusar la basura que ellos recolectan todos los días, estarían pagando por completo el costo por recolectar y su procesamiento; es decir, que los recursos públicos que se destinan en este momento para recolectar la basura, llevarla al relleno sanitario y manejar éste, no se tendría que gastar, y no solo se ahorraría ese dinero, sino que además en cierto momento podrían generarse beneficios económicos mayores, más de lo que se necesita actualmente para la operatividad en servicios públicos.
La segunda es que haya empresas privadas que precisamente busquen beneficiarse, que se instalen junto a los rellenos sanitarios o que se encarguen de la recolección de basura inorgánica, son dos modalidades, “en cualquiera de las dos lo importante es que se deje de pensar que la basura es algo que nos hace mal y no vale nada, por el contrario, vale mucho dinero que se está tirando”.

FACTORES DETERMINANTES
Para el director del Capp, Abel Palomera, hay tres factores determinantes para que no haya en Colima hasta el momento el aprovechamiento de la basura. En primer término, hay una falta de visión por parte del Estado y la iniciativa privada; en segundo está el desconocimiento del potencial económico del reciclaje y el tercer motivo es que la sociedad no lo apoya, las personas son proclives a pensar que se trata de algo que el gobierno busca hacer para rentabilizarlo por sí mismo, sin devolverle beneficios a la sociedad: “Yo tiro mi basura, el gobierno gana y no me está dando a mí”.
Es decir, socialmente no está adecuadamente visto, “pero es precisamente lo que el breviario trata de incidir y modificar: la forma de concebir la basura, no se trata de algo negativo, se trata de un bien económico que no existe actualmente y que en cambio ahora mismo el gobierno entierra 377 millones de pesos en el relleno sanitario, que además está causando problemas, gases tóxicos, lixiviados y contaminación en general, que cuesta mucho dinero”.

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