**Dos, 12, 50… la cifra de personas no encontradas en Colima es inexacta **Aunque la PGR ofrece más de 10 millones de pesos por encontrar a siete michoacanos desaparecidos en el estado, la PGJE ni siquiera los contempla en su lista de ‘búsqueda’ **Falla Mario Anguiano a la sociedad porque siguen las desapariciones: Proceder.
Colima, México (26 de julio de 2013).- Mientras el presidente Enrique Peña Nieto aceptó recibir a las madres de desaparecidas en Chihuahua hasta el 2015, “porque antes no puede”, el gobernador Mario Anguiano Moreno desconoce cuántas personas han desaparecido en Colima.
La Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE), a través de su página de internet en la sección ‘Servicios en línea’, busca sólo a una persona desaparecida este año, a doce desde 2009; pero deja a muchas personas fuera, cuyo paradero incluso ha sido denunciado por las autoridades federales, entre ellas la desaparición de siete jóvenes michoacanos.
Sus nombres son Roberto García Álvarez, Sergio Hernández Campos, Brian Hernández Arredondo, Arturo Martínez Sánchez, Fernando González Arzate, Jorge Eduardo Hiben Pimentel y José Carlos Novoa Ortiz, a quienes se les vio por última vez el 25 de septiembre de 2010 en Tecomán.
A pesar de que por medio del acuerdo A/001/12, publicado en el Diario Oficial de la Federación, la Procuraduría General de la República (PGR) sostiene su ofrecimiento de otorgar una recompensa de 10 millones de pesos para quienes den información que permita localizar a siete jóvenes y de cinco millones por los probables responsables de este ilícito, la PGJE en Colima ni siquiera los contempla en su lista de ‘buscados’.
A mediados de febrero de este año, la Secretaría de Gobernación (Segob) sostuvo que entre el 1 de diciembre de 2006 y el 30 de noviembre de 2012 se registraron en México 26 mil 121 casos de personas no localizadas. El mes pasado la revista Proceso publicó que “al menos 24 mil cuerpos permanecen en fosas comunes a la espera de una digna sepultura, pero por el desorden administrativo sufren una doble desaparición: la primera cuando fueron secuestrados, la segunda cuando los peritos forenses los clasificaron mal, perdieron las pertenencias que llevaban, registraron mal sus datos en la computadora o los mandaron a una fosa común, revueltos con otros, y muchas veces ni siquiera anotaron la ubicación final”.
En lo que respecta a Colima la cifra no es exacta: La PGJE cuenta 12 personas sin rastro desde hace cuatro años: Miriam Arlette Priego Miranda, Sexni Bravo Ávila, Jesús Abundes Rodiles, Christhian Mateo Chávez Cuevas, Javier Hernández Núñez, Francisco Rodiles Pedroza, José Gómez Jiménez, Secundino Mendoza Valencia, J. Guadalupe González Berber, Emma Laura Ramírez Mandujano, Vidal Carrillo Molina y recientemente Teodoro Lozano Zamora, quien según la procuraduría desapareció el pasado mes de abril a la edad de 60 años en su casa de campo en Suchitlán, Comala.
Pero esta semana fue activada la plataforma https://desapariciones.crowdmap.com/, donde usuarios de redes sociales expusieron hasta el momento cuatro registros de personas desaparecidas: Candelaria Flores Meza, Jesús Abundes Rediles, José Gómez Jiménez y Miriam Arlette Priego Miranda. El Comité de Derechos Humanos del Estado de Colima (CDHEC) señala que son alrededor de 50 los extraviados en la última década y el gobernador Mario Anguiano Moreno desconoce la cantidad. Por ninguno de ellos se ofrece una cantidad de dinero para dar con su paradero.
EL DESDÉN DEL EJECUTIVO
Miles de personas buscan a lo largo y ancho del país a sus hijos, padres, hermanos, amigos, vecinos… pero parece no importarle a los gobiernos.
“A Peña le importa más inaugurar eventos y quedar bien en el extranjero que las mujeres de Ciudad Juárez”, expresaron a mediados de junio las madres de las desaparecidas en Ciudad Juárez. Dijeron que no confían en el titular del Ejecutivo ni en su gobierno, y que su exigencia de ser recibidas por Peña Nieto deriva de la necesidad que tienen de agotar todas las instancias y recursos nacionales, pues es un requisito para acudir ante mecanismos internacionales como la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).
En Colima también la gente está desesperada. El integrante de la organización civil Promotores Ciudadanos en Defensa y Respeto de los Derechos Humanos (Proceder), A. C., Manuel Alexander Barreto Mendoza, expuso que la desaparición de personas no para en el estado y ello prende el foco rojo para que las autoridades pongan mayor atención en el fenómeno y logren frenarlo, porque hasta el momento no se han visto resultados significativos.
“El gobierno de Mario Anguiano le está fallando a la sociedad, a la población, en la cuestión preventiva”, comentó para este medio al mencionar que se ha incrementado el riesgo de la integridad y vulnerabilidad de los menores. El gobierno ha estado ‘aparentemente’ llevando a cabo algunas medidas preventivas, añadió, “sin embargo, eso no es satisfactorio para los padres de familia que han sido víctimas de desaparición”.
En términos generales, ponderó, “el gobierno ha fallado porque falta la cuestión preventiva. Y en cuanto a la investigación que hace la PGJE no podríamos decir porque no sabemos los trabajos que se han hecho o si hay indicio de algo. Sabemos que no lo comentan ante la opinión pública para no entorpecer la investigación, sin embargo en la medida preventiva, claro que falla, porque no cesan las desapariciones”.
“Y sí, ha fallado la estrategia. Si falla en el país obviamente falla en Colima, no podemos decir que no, siguen desapareciendo, así sea solo uno, es algo lamentable. Y ahora son varios hechos los que se cuentan”, subrayó Alexander Barreto al recordar que a Proceder han llegado algunos reportes de jovencitas desaparecidas, sobre todo de un foco rojo que es en Caleras.
Por otro lado el defensor de los Derechos Humanos, Efraín Naranjo Cortés, hizo a través de Avanzada un llamado a las autoridades “en el sentido de la responsabilidad que tiene de prevenir” para evitar que se sigan dando desapariciones, pero además advirtió que la sociedad debe de contribuir a hacer las denuncias correspondientes.