En el actual conflicto protagonizado entre la alta dirección universitaria y los trabajadores del SUTUC, en el que está en juego la bolsa millonaria del FOSAP, la posición firme, decidida y resuelta de Leonardo César Gutiérrez Chávez como figura central indiscutible está sustentada en dos argumentos a su favor como es tanto la legalidad y legitimidad de su liderazgo como también el que le asiste la razón al exigir sea aclarada, restituida, y a la vez se otorgue certidumbre en el manejo transparente y consensuado del FOSAP definitivamente y apegándose siempre a la reglamentación interna prevaleciente. Nada más, ni nada menos.

    La legalidad a favor de Leonardo César se basa en el documento original que sellado y firmado emitió la Junta Local de Conciliación y Arbitraje el 11 de febrero de 2013, la que con fundamento en lo dispuesto en la Fracción II, del Artículo 377 y Fracción IV, del Artículo 692, de la Ley Federal de Trabajo en vigor, se le reconoce al Dr. Leonardo César Gutiérrez Chávez el carácter de Secretario General del Comité Ejecutivo Central del “Sindicato Único de Trabajadores de la Universidad de Colima” con que se ostentan, para el periodo 2013-2017, mismo que se le tiene por acreditado con el original de las Actas del XV Congreso Estatal Permanente de su representada de fechas 18 de agosto de 2012 y 05 de febrero de 2013, que se exhibe.

    Al respecto incluso el propio rector, maestro José Eduardo Hernández Nava, mediante documento oficial y la prensa, a nombre de la comunidad universitaria extendió una amplia felicitación al SUTUC, en especial a su secretario general Dr. Leonardo Cesar Gutiérrez Chávez por la elección del nuevo Comité Ejecutivo Central para el periodo 2013- 2017 (El Comentario, 6 de febrero de 2013)

    A la vez, la legitimidad se basa en el apoyo mayoritario de los actuales Delegados del SUTUC –Campus Colima, Villa de Álvarez, Tecomán y Manzanillo- acreditados, junto con profesores y personal universitario en general, quienes se hicieron presentes en la rueda de prensa y posicionamiento ofrecido por el propio Leonardo César el pasado martes 8 de octubre en curso a las 19:00 horas P.M. en las instalaciones centrales del SUTUC.

    De la actitud de la tripleta traidora pero anémica ya, protagonizada por Jorge García Pérez, Juan Rogelio García Mora y Ramón Rodríguez Arellano y demás despistados corifeos que les hicieron eco, que hoy tienen sólo como argumento principal de lucha la doble plaza que posee Leonardo César –como PTC y de confianza- y que según su decir lo inhabilitan para ostentar el cargo de secretario general del SUTUC basándose en los Estatutos del SUTUC –Art. 6, parte IX—, dos cuestiones a la consideración expongo como respuesta:

a). La primera -dándoles la razón que el líder Leonardo César percibe un salario como empleado de confianza-,  es que en los hechos la categoría de director de área o subdirector general que posee es sólo formalmente, ya que es inexistente tal  nombramiento mediante escrito firmado por el rector, y por lo tanto no ejerce realmente dicha función laboral en la Universidad de Colima, por lo que puede desprenderse que dicha comisión más bien constituye un estímulo o compensación otorgada discrecionalmente desde la Dirección General de Recursos Humanos y no un desempeño como empleado de confianza real. De lo contrario, pido a la tripleta de traidores indicar dónde está la oficina dentro de la Universidad de Colima en la que Leonardo César realiza su función de empleado de confianza en forma cotidiana y también sean tan amables en indicar el horario de sus labores.

b). La segunda, es que el doble pago de Leonardo César corrobora de nueva cuenta que la Dirección General de Recursos Humanos particularmente administra, maneja y dispone de recursos financieros cuantiosos a discreción y oscuramente –dobles pagos, becarios, lista de raya, etcétera-, sin que en realidad pueda saberse exactamente a cuando asciende el monto de dicho dinero y cuáles los criterios para ejercerlo. En todo caso, el pago salarial al líder Leonardo César como empleado de confianza es apenas “la punta del iceberg” de lo que significa tanto el control del dinero como la ausencia de transparencia en cómo se manejan los dineros en las entrañas de la Universidad de Colima hoy y siempre.

Atendiendo al ex líder del SUTUC Gustavo Ceballos Llerenas y sus escritos y declaraciones públicas, siempre de bajo perfil y descuidados, aún no termina de asimilar que ya no es más el otrora líder sindical que fue y que si fuera un poquito respetuoso de las formas observaría la máxima “El rey ha muerto, viva el rey”.

    Gustavo resulta “más papista que el papa” cuando dice que Leonardo César pone en riesgo el salario del gremio “si la Universidad de Colima entra en huelga”. Al respecto, además de decirle que dicha medida es un derecho constitucional de los trabajadores y opción laboral válida si las circunstancias la propician, es pertinente acotar que el líder Leonardo César en los recorridos y visitas que ha realizado a los campus universitarios indistintamente, se ha referido siempre al recurso legal de la huelga como última instancia, y que si se llegase a asumir tal medida o recurso estaría como sustento y de por medio la Asamblea Sindical de Trabajadores del SUTUC en pleno. Por favor Gustavo, los trabajadores no necesitamos insultos ni denuestos como arma principal, menos en la Universidad de Colima, donde deben reinar la razón y los argumentos bien sustentados.
   
Te pregunto, Gustavo: en el informe preliminar respecto del FOSAP realizado por la comisión gubernamental firmado entre otros por Arturo Flores García y José Luis Villa Aguijosa el 18 de junio de 2012 el numeral 3 destaca lo siguiente “no fue proporcionado documento alguno que señale mediante firma de recibido los importes cobrados por los CC. Fernando Moreno Peña, Gustavo Ceballos Llerenas y Juan José Guerrero Rolón, por: $ 17’ 428,249.91”. Entonces, el que digas que eres “una persona frontal” no es sinónimo de honestidad. Acusar a Leonardo César de loco y mentiroso, no quita del renglón de quienes se han beneficiado del FOSAP abusiva e injustamente en detrimento del trabajador de a pie.
   
Del actual rector, maestro José Eduardo Hernández Nava, quien mediante oficio No. 2394 este 14 de octubre en curso donde dice no tener “la obligación” de acudir a la convocatoria hecha por el líder del SUTUC Leonardo César Gutiérrez Chávez por el tema del FOSAP con el argumento de que hay “una solución definitiva, discutida y firmada” entre ambos, no está por demás señalar y recordarle que la firma no es garantía de que lo acordado sea cumplido al pie de la letra, es decir, entre firmar y cumplir hay un abismo.
   
Volver a mencionar al Sr. Rector Hernández Nava que no ha cumplido lo firmado, pues quedó que a partir de abril de 2013 quincena a quincena iba a estar descontando a los trabajadores y depositando en el fideicomiso del FOSAP lo correspondiente tanto de los trabajadores como de la propia Universidad de Colima en 5 días como máximo después de los días 15 y 30 transcurridos. No ha cumplido al respecto, ni tampoco en abrir la totalidad de los expedientes pensionados del FOSAP poniéndolos al alcance de la Comisión Técnica del FOSAP.
   
Como escribió el ex rector Humberto Silva Ochoa, a nadie conviene y menos a usted lo que hoy vive la Universidad de Colima respecto del FOSAP. Le propongo dejar la soberbia a un lado sintiéndose intocable y dialogar con Leonardo César en el entendido que este problema no fue generado por usted sino que está enraizado a las rectorías de Fernando Moreno Peña, Carlos Salazar Silva y Miguel Ángel Aguayo López. Reconozca también que hay mal manejo y nula transparencia en el pasado y presente del dinero del FOSAP y ofrezca alternativas benéficas para los trabajadores. Establezca condiciones y plazo para cubrir el dinero ido, y lo disculpamos como garantía. Pida apoyo de dinero al gobernador Mario pero no a cuenta de los trabajadores. Lo que sí debe quedar claro es que de nadie más que de usted depende llegar a un arreglo con el SUTUC conveniente para ambas partes.
   
Dice usted señor rector Hernández Nava que en el affaire protagonizado por la tripleta de traidores nada tuvo que ver, pero ¿desde donde –DGRH- se filtró la información de cuánto cobraba Leonardo César –copia del talón de pago- y hasta el de saber la categoría laboral de confianza que posee?
   
Aunque la repentina y traidora actitud de la tripleta de traidores logró generar olas, no fue suficiente para tumbar y sustituir a Leonardo César de la Secretaría General del SUTUC, como ciertas autoridades y ex autoridades quisieron lograr.

Pero, del tema del FOSAP que es el que nos atañe como problema central a los trabajadores, usted señor rector Hernández Nava, tiene la última palabra.

Colima, Col. 17 de octubre de 2013.

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