Las estadísticas muestran que en la actualidad, la taza de divorcio varían entre el 30 y el 50%, es decir, que en el mejor de los casos, de cada 90 parejas que se casan 30 se separan eventualmente. Sin embargo, desde la elección misma podemos notar señales de que la relación tiene serios riesgos de no prosperar. Algo así como la crónica de una muerte anunciada.
Vivimos en una cultura obsesionada con las relaciones. Y si tenemos una que no está funcionando, la sociedad no dice que “hay que arreglarla”. Sin embargo, las probabilidades de que tu relación tenga los mismos problemas hoy que en veinte años, son extremadamente altas. Normalmente las personas nos quejamos de los mismos problemas sobre la misma pareja por años.
Y supongamos que no se arregla ese “único” problema que tiene tu “relación perfecta”. ¿Te quedarías de todas maneras?
Éstas son 7 señales que podrían indicar que la relación que tienes no vale la pena:
1) Creer que amor lo puede todo. El amor es suficiente para unir a una pareja, sin embargo se requiere mucho más que buenos sentimientos para que una relación funcione.
2) Pensar que “los momentos malos” ya los vivieron. Muchas parejas que tiene una experiencia fuerte y la superan, sienten que ya nada los podrá separar después de lo vivido. Pero la vida en pareja es dinámica, no estática. La constante son los cambios, así que es un error creer que al casarse viene el descanso.
3) Si varias veces a la semana tienes este pensamiento: “A lo mejor deberíamos terminar”. Es tu intuición hablándote. ¡Hazle caso! Nadie que está contento con su pareja lo piensa tantas veces.
4) Si no confías en él/ella. La confianza es de las cosas más importantes en una relación. Estar con alguien que te haga sentir que debes checar su teléfono cuando lo deja en el coche es una tortura innecesaria. Si no confías en él/ella, no es porque eres paranoico, sino que no es la relación para ti.
5) Si lloras todo el tiempo por la relación. Si lloras porque olvidó (por enésima vez) responderte el mensaje, no lloras por el mensaje. Si la relación estuviera bien, este tipo de cosas no te harían llorar (por muy molestas que sean).
6) Quieres que cambie algo esencial de su vida. La gente es capaz de hacer pequeños cambios, pero si no te gusta algo esencial (como su forma de ser, su trabajo, su forma de arreglar las cosas contigo), quiere decir que no es la persona para ti. No puedes hacer que alguien cambie algo que lo define, pero puedes removerte de la ecuación.
7) Si no tiene una trayectoria similar a la tuya. Si su plan de vida no es compatible con el tuyo, la relación no tiene futuro. Digamos que él quiere hijos y ella no. O él quiere quedarse en su casa a cuidar a los niños pero ella quiere que trabaje y los mantenga a todos. Si no están de acuerdo en cosas importantes (incluso si involucra un futuro lejano), no hay forma de que termine en un “felices para siempre”.
8) Si te gustaría que fuera “otro tipo de hombre/mujer”. Las personas son como son. Especialmente si pasan de los 25 años. Lo que debes estar buscando es a otra pareja, no sufrir por intentar cambiar a la que ya tienes.
9) Te quedas porque te da miedo estar solo/a. Vivir la vida como soltero tiene sus ventajas. Por lo menos, te aseguramos que llorarás menos y casi no te vas a enojar.
Y recuerda, siempre recuerda
¡Y vivieron felices por siempre!, no solo depende de ti, las relaciones SIEMPRE serán de dos.
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