Con el acontecimiento de las lluvias, se puede justificar las escasas ventas que hubo en la feria, eso sería para “taparle el ojo al macho” pero la verdad, es que el dinero circulante es escaso desde hace ya un buen tiempo y en ese tipo de eventos no hay crédito, ahí hay que pagar al chas chas, no hay meses sin intereses ni tarjeta.
En la revoltura de tiempos que hicieron con el mal llamado buen fin, donde la gente ya no sabía a dónde ir, dicen los representantes de las cámaras empresariales que en nuestro estado sí hubo una importante derrama económica, pero seguramente con cajas registradoras vacías. Los colimenses y los mexicanos en general, tenemos la muy mala costumbre de endeudarnos, en muchas de las ocasiones con productos o artículos que no necesitamos, que caemos víctimas de la publicidad, de las agresivas campañas que nos hacen creer que lo anunciado es lo que mejor nos conviene, por ello decimos que fueron muchas ventas pero con cajas vacías porque todo es con tarjeta de crédito a no sé cuántos meses sin intereses.
La gente contenta con su nuevo artículo o prenda de vestir pero con una deuda para más de un año, con la carga de que en lo sucesivo su salario (los que lo tienen) no será completo porque habrá que abonar esa famosa mensualidad o por lo contrario acumular la deuda con los recargos e intereses respectivos, que eso es lo que hace que dé inicio la inestabilidad en casa, los problemas familiares debido a que inician las carencias o las exigencias de los pagos de parte de las casas comerciales a las que se les debe o de las instituciones bancarias con las que se contrajo la deuda a través de las tarjetas de crèdito ¿Qué necesidad hay de eso? Conozco el caso de muchas familias que intentan darse una vida de lujos que no corresponde a sus ingresos, existe una disparidad entre lo que ganan y lo que gastan, por ello las deudas, los embargos, etc.
Pasando a otras cosas de nuestro sistema, más tristes aún, en días pasados, un líder sindical, el de los trabajadores del ayuntamiento de Tecomán, al declarar sobre la enorme deuda que la comuna capitalina tiene con ese gremio, hacía un comentario que me pareció interesante, al mencionar que es muy raro que en las observaciones que debiera hacer el OSAFIG en la calificación de las cuentas públicas, no se menciona para nada la deuda con el sindicato.
Sucede lo mismo en otros ayuntamientos y es lo que a varios se les hace fácil: las aportaciones que la parte patronal, en este caso el ayuntamiento, debe hacer al sindicato, que por cierto ya están presupuestadas, no las hace, deja que pasen meses como diciendo que el dinero se ocupa para otra cosa y que ahí para la otra se emparejan y al paso de meses y años, esto se hace como una bola de nieve que va creciendo, y como tal, una administración le avienta ya no la bolita, sino la bolota a la otra y así sucesivamente y más aún cuando en ese municipio se da la alternancia con diferentes partidos, el que pierde es el trabajador.
La deuda es real, existe, pero entonces se aplica la pregunta que más o menos sería en este sentido ¿Por qué entonces el llamado Órgano Superior de Auditoría y Fiscalización Gubernamental no detecta esa deuda, por qué no aparece como un pasivo, dónde está ese dinero o quiénes son los responsables de ese acto de magia? Claro está que no lo dijo de esta manera, pero la idea es esa.
Nosotros siempre hemos dicho que el trabajo de ese órgano está hecho a la medida de quien lo ordena, en este caso el gobierno del estado. Días previos a la presentación de la calificación de las cuentas, se le vio al diputado presidente de la Comisión de Hacienda en la entrada de palacio de gobierno, como siempre, presuntamente haciendo el trabajo en ese lugar, cuando lo correcto es que se hiciera en el Congreso del estado, respetando la auténtica división de poderes.
En una entrevista que sobre el tema de la deuda al sindicato de Tecomán, se le hizo al diputado Arturo García Arias, por cierto de aquel municipio, mal se vio al asegurar que aun siendo día no hábil el lunes 18, sus compañeros diputados del PRI y del PANAL estarían recibiendo en el recinto a los trabajadores en mención para ofrecerles una solución; y digo que mal se vio por 2 cosas: primero, no estuvieron ni la tercera o cuarta parte de sus compañeros de partido como lo aseguró, cosa que si hicieron Mariano Trillo del Verde y Rafael Mendoza del PRD; segunda nunca ofreció una solución viable, es decir solo los recibieron y ya, lo demás es darle largas al asunto.
El jueves escuché temprano un noticiero de la radio local, en la que el conductor no le besó los pies al gobernador solo porque no lo tenía a la mano, el motivo es el anuncio que hizo del famoso subsidio a la tenencia vehicular. Pensaron las personas del sistema (diputados priistas, satélites y gobernador) que nos iban a dorar fácil la píldora y que la gente no se manifestaría en contra de esa propuesta, o la otra es que solamente quería que se le viera como el salvador de la economía de las familias colimenses. Creo que revuelven el agua y luego se la toman. El término subsidio debe desaparecer, simplemente la tenencia vehicular ya no debe existir.
Hasta la próxima en más cosas de nuestro sistema.
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